Capítulo 4

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•Kim Seokjin

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•Kim Seokjin

El agotamiento no hará que abandone sus planes con Hoseok. Sí, sus piernas duelen y su espalda apenas y puede estar erguida cuando va camino a casa a darse una ducha para después encontrarse con el menor. Pero el otro hombre parecía muy entusiasmado. Y aunque quisiera llegar a cama y dormir, se da ánimos para poder librarse del cansancio. El amor lo puede todo, se dice a él mismo.

Horas más tarde llega al lugar en donde habían quedado, se vistió de manera que pueda camuflarse entre la juventud de hoy en día, colores grises y tonos negros. Lleva una gorra de Balenciaga que espera todos piensen sea clon, pantalones no tan holgados grises; porque es milenial y aún no está acostumbrado a la moda del todo, camisa blanca y una chaqueta larga y negra. Sólo tiene que esperar unos minutos para después divisar a lo lejos a Hoseok, y su corazón comienza a vibrar con anticipación, a latir a más no poder. El bailarín está vestido todo de negro, a excepción de su chamarra oversize de mezclilla gris, un gorro verde y sus lentes de armazón.

—Llegaste — apenas puede decir, sus mejillas ardiendo.

No sabe lo que se apodera de él, pero abraza al otro, como si no se hubieran visto apenas hace un rato la mayor parte del día. Hoseok se sorprende, pero corresponde su abrazo.

—¡Jwwan! No me digas que me extrañaste — se ríe un poco.

Es diferente, verse fuera del estudio de grabación o de baile. Fuera del edificio de su empresa, lejos de las cámaras y los escenarios, ellos son simplemente Seokjin y Hoseok, se conocen desde hace años, han compartido muchas cosas, han vivido las mismas batallas y salido vencedores ante la prensa coreana e internacional, ante los críticos y los haters; sin embargo, aquí entre la multitud, frente a su querido dongsaeng sólo se siente como Seokjin; a secas.

—Te extraño siempre que no estoy contigo —

Seokjin se da cuenta de lo que acaba de salir de su boca, y para no sentirse estúpido, se echa a reír, lo hace ver cómo una broma o un chiste sin sentido.

—Hmmm...ok — el menor lo observa tentativamente. —Bueno, te cite aquí porque sé que hace mucho no salimos a comer a la calle, sé lo mucho que te gusta las chucherías y en este callejón encontraremos mucha comida — apunta hacía donde se ven los puestos a lo lejos.

Desde que llegó pudo oler el aroma que se percibía, mentiría si dijera que no tiene ya en su cabeza una lista de cosas que quiere comprar; se le hace agua la boca y no puede esperar a probar cualquier bocado de lo que sea que se ponga en su camino.

—Ah, Jwehope...conoces tan bien a tu hyung —

Hoseok lo toma del brazo y caminan hacía donde el olor de la comida los lleve; primero inspeccionan unos cuantos lugares antes de decidirse qué comer primero. Seokjin convence al otro de probar primero los hotdog Gamja, y así lo hacen; uno para cada quien mientras comparten la gaseosa de Coca-Cola. Seokjin no deja de hacer sonidos al momento de comer, y Hoseok no puede evitar reírse de él. En su siguiente parada van por Hotteok, en la que sigue Kimbap...y cuando llegan al puesto de Tteokbokki, deciden buscar un lugar para sentarse ya que es difícil comerlo parados.

Seokjin entra a una tienda de conveniencia para ir por unas bebidas mientras el bailarín aparta una mesa fuera del lugar. Cuando regresa lo ve con dos cervezas en mano.

—Pensé que sería una noche sin alcohol — reprime Hoseok

—Tranquilo, no es como si nos vayamos a emborrachar con una —

Seokjin se sienta frente al otro. Hay otras dos mesas alrededor de ellos y también son ocupadas por personas, una pareja de novios en una y un grupo de amigos en otra. No les prestan atención y eso es bueno, no quiere ser fotografiado en este momento.

—¿O prefieres que te compre otra Coca-Cola? — pregunta el mayor.

Hoseok hace una seña con su mano para hacerle saber que está bien así. Comen un rato en silencio.

—Debimos invitar a los demás — dice Hoseok.

—¿Y qué haríamos si la gente nos ve a todos juntos? No pudiéramos haber hecho nada... —

—No veo a nadie atrás de nosotros —

—¿Eso es bueno o es malo? — pregunta Seokjin seriamente. Ambos se echan a reír.

De nuevo se quedan en silencio, cada quien comiendo del pequeño plato de Tteokbokki que compraron.

—Además... — Seokjin comienza. —Serían mal tercio — observa a Hoseok, quien sólo sonríe un poco sin decir nada, pero puede ver sus mejillas tornarse carmesí, y con ese detalle su corazón comienza a latir más acelerado.





A casi la media noche, las personas comienzan a abandonar las calles y regresar a sus hogares, cerca del corredor de comida está un parque con vista al rio Hangang, se pueden ver los edificios de la ciudad y la vista panorámica más allá de estos. Ambos llegan hasta un mirador para observar mejor.

—Estoy llenísimo — comenta Hoseok al recargarse en el barandal.

—Y yo estoy pensando que cenar en casa — Seokjin le sigue.

—¿En serio hyung? — sus ojos se abren el doble.

—Tengo que mantener este cuerpo...con tanto baile necesito muchas calorías...tú deberías subir un poco de peso Hoseok-ah...estás muy delgado — finaliza, y acerca una de sus manos para tocar el estómago del menor, quien sólo se retuerce y trata de evitarlo.

—Sabes que me tomó mucho perder el peso que gané en el ejercito...me gusta estar esbelto —

Seokjin sabe que Hoseok es ligero, lo levantaría con mucha facilidad si quisiera.

—Aun así, debes comer mejor...no sólo desayunar café americano helado — voltea hacía el otro, de modo que su codo quede posando en el barandal.

—Deberías invitarme el desayuno entonces — Hoseok dice, no mira al mayor, si no hacía abajo, su vista en la marea alta de la bahía.

Seokjin sabe que posiblemente esté bromeando, pero el flirteo entre ambos así es a veces, no se sabe en realidad quién lo comenzó, cuándo fue...porqué siguió; pero denle a Seokjin unos cerillos y él se encargará de explotar cualquier cosa.

—Ok — simplemente responde.





Piden un taxi por aplicación, a estas horas no quieren molestar a ningún chofer de la empresa para que los vaya a recoger. La primera parada es el edificio del departamento de Hoseok; sale del auto y se despide de él con una gran sonrisa. De camino a su casa en el distrito Gangnam, cuando está cruzando el puente colgante que separa la ciudad de los suburbios, de lejos observa el mirador dónde estuvieron hace apenas un rato, y cree que está loco, pero ve que aún siguen ahí, tomados de la mano.

Yellow (햇빛) - [2seok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora