CAPÍTULO VII

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Dos meses de embarazo

—Amor, mira este mameluco tan lindo. ¿Debería comprar uno para nuestro cachorrito? —cuestionó Peat con una dulce sonrisa.

—Compra todo lo que te guste, ahí está mi tarjeta, osito de miel —respondió el pelinegro mientras doblaba la ropa.

Peat aventó la Tablet a un lado para ayudar a su esposo, pero se quiso esconder al escuchar como algo golpeaba el suelo.

—Fue un accidente, no lo hice de adrede —habló el omega mientras recogía el aparato un tanto asustado —Mira, no le pasó nada.

—Tranquilo, osito —siguió doblando la ropa con tranquilidad —Si se rompe te compro otra.

Peat hizo un pequeño puchero —No me debes consentir así, debes decirme algo...

—Uh, me gusta ver tus gestos

El omega dio un pequeño beso en la mejilla del contrario antes de ayudarlo a doblar la ropa.

—Eres un muy buen alfa, amor.

Tres meses de embarazo

—Bebé... ¿Por qué estás así? —regaño el alfa mientras veía a su esposo con un simple pijama.

El de aroma a vainilla observó su vestimenta —Estoy usando mi pijama correctamente, no me la puse mal. ¿Por qué me dices cosas?

—Hace mucho frío, el cachorro puede tener frío. Debes abrigarte más, esposito —respondió levantándose de la cama para ir a buscar unos calentadores para los pies de su esposo junto con una cobija extra, pero vio la caja de regalo que había escondido no hace mucho —Bebé, ¿Te acuerdas cuando en preparatoria un perro destrozó y orinó tu bufanda?

Peat hizo una mueca —¿Te vas a burlar otra vez de eso? Eres malo.

—Para nada

—Recuerdo que me diste una linda bufanda, de hecho ahí la tengo guardada. Si la he cuidado —mencionó.

Fort rio —Sé que ya no la usas porque está muy vieja por eso... Compré otra —le entregó la pequeña caja —espero te guste.

El omega agarró la caja y sin pensarlo un momento la abrió, viendo la bufanda color roja con estampado de renos.

—¡Una bufanda navideña! ¡Es tan linda! —exclamó con una gran sonrisa —Hay que usarla juntos.

Fort asintió colocando la cobija extra y poniendo los calentadores en los delgados pies del castaño. Después se acomodó en la cama, acurrucándose en el suave colchón. Peat empezó a enrollar la bufanda alrededor del cuello del alfa y después él hizo lo mismo.

—Alfa, estamos unidos —comentó con una sonrisa.

—Desde antes ya hemos estado unidos, osito —pronunció acurrucándose en el cuerpo del castaño.

Peat acarició levemente el cabello del pelinegro hasta que recordó que no se había tomado sus vitaminas, sin pensarlo dos veces se levantó de la cama directo al buró, se asustó al escuchar un estruendo detrás de él.

Volteó hacía atrás encontrando a su alfa de rodillas mientras intentaba quitarse la bufanda.

—¡Amor, lo siento! —se apresuró a quitarse la bufanda y posteriormente la del alfa, quien tenía su rostro rojo, permitiendo que este respirara con normalidad.

Tosió un poco —Tranquilo, osito... Sólo ten cuidado —habló.

—Es malo dormir así, mejor solo hay que abrazarnos. Dios, yo no quería... —dijo Peat en voz baja.

El esposo de Thitipong - FortPeat (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora