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✨VAMOS A AURADON✨

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La Poca luz del día golpeaba la pálida piel de la pelinegra que caminaba a zancadas por las pequeñas y viejas calles de la isla donde sus habitantes le abrían el paso con prematura, todos sabían que era mejor apartarse que afrontar las consecuencias de importunar el camino de la conocida hija de la reina de corazones, a menos que claro, quisieran perder la parte más importante de su cuerpo.

Sus pasos aunque delicados y elegantes resonaban con fuerza contra el quebrantado pavimento anunciando su presencia, todos aquellos que miraban a lizzie reconocían que aquella temida joven tenia una belleza inigualable, los cabellos negros cual carbón con ciertos mechones rojo sangre que hacían resaltar la piel tan blanca y pálida que adornaba su delicado rostro digno de la realeza y con la famosa capa de su difunto padre cubriendo sus hombros y una parte de su cabellera, cualquier habitante de la isla, desde niños hasta ancianos reconocían la usual vestimenta que lizzie usaba para hacer los "recados" de su madre, ninguno deseaba ser uno, por ello muchos agachaban la mirada para evitar "la maldición roja" uno de sus tantos sobrenombres, claro existían aquellos individuos contados que habían tenido la suerte de algún día haber visto los flamantes ojos grises que poseía, gran parte de la isla creía que mirarla a los ojos era un mal augurio. Claro, ninguno de ellos imaginaba como se sentía la adolescente al saber como las personas temían hasta tener que mirarla a los ojos por todo lo que su madre la obligaba a hacer, así que solo se limitaba a bajar la capa lo suficiente como para cubrir sus ojos para que la gente no tuviera que huir tan rápido de ella, se le hacia tarde así que aumento la rapidez de sus pasos y empujo un poco la caja que sostenía en su brazo izquierdo dentro de la capa para poder cubrirla y evitar aunque fuera un poco las miradas atemorizadas hacia su figura.

Estaba acostumbrada a el silencio en su mente después de los recados, se tomaba el tiempo camino a casa para que su mente lo entendiera y poder dar el paquete a su madre y librarse de ella por las siguientes horas, salió de sus pensamiento en el momento que unas ya conocidas voces se hicieron presentes.

The Red Curse - Ben Bestia 🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora