Chapter 005 - Little Time

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El tiempo allí era como un letargo casi demencial que solo buscaba ampliar una tortura cruelmente devastadora, queriendo arrancar de sus conciencias, almas y cuerpos la poca esperanza que apenas estaba cosida con un fino hilo. El sentimiento era para ambas partes; por un lado, estaban Jonathan y Steve. El mayor de los hermanos Byers no hallaba consuelo a la situación, encontraron el cuerpo ahogado de su hermano en la presa, mientras que su madre no da tregua, piensa que tal vez sea que no puede aceptar la cruda realidad del duelo, tiene que apoyarla y tiene que apoyarse en sí mismo para ser el sostén de la ahora destruida familia. Lonnie no formaba parte de ella... Sin embargo, pese a que su mente decía que aquel que enterraron era su pequeño hermano menor, Nancy tenía pruebas de algo más que poco a poco lo convencían de cambiar su visión de los hechos, y tras aquello, iría a buscar a aquella cosa.

Y Steve... Steve no sabía que hacer realmente, buscar tanto sin descanso lo agotaba más mentalmente que de forma física, además, las personas más cercanas a él comienzan a sospechar de su distante actitud, sobre todo su novia, Nancy, con quién habría discutido tras el funeral. Cuando llegó a la casa de ella, se la encontró realizando extraños movimientos con un bate de béisbol, si bien él se comportaba extraño en los últimos días, la chica Wheeler se deshizo del chico Harrington a como fuera.

Del otro lado, la dupla de preadolescente no sabía dónde hallar más maneras de sobrevivir, nada los ayudaba más que sus mismos esfuerzos y la resistencia que persistía, como si el vivir fuera el secreto más profundo de aquella dimensión. Sus vidas estaban en el borde de un abismo. Si la solución no llegaba pronto, desvivirían allí mismo sin precedentes. El débil pensamiento los orilló a aferrarse a lo que había en lo profundo de cada uno; recuerdos, promesas, objetivos, lo que sea que les diera fuerzas. Para Will, hablar con su madre fue el reactivador de todo aquello, para el Nath, memorias que atacaban su mente somnolienta y mareada. Resistirían un día más, y otro, y otro, hasta volver, y mientras más lo repitan, más convencidos se sienten.

Sin embargo, no todo era desilusión en aquel momento; Joyce seguía firme con su palabra de que su hijo sigue con vida, más cuando en la noche pudo hablar con él sin necesidad de luces, ¡escuchó la voz de su hijo vivo! No necesitaba otra prueba, solo que nadie le creería pues, la pared el cual fue su mediador a través de un extraño portal que apareció de repente en esta, fue destrozada con un hacha de su propio cobertizo y sus propias manos. ¿Primero luces de navidad y ahora romper la pared? Una locura, sí, pero su hijo estaba allí y seguiría firme hasta encontrarlo.

También fue de esa forma para los amigos del menor de los Byers: Mike, Dustin y Lucas, quienes asistieron al funeral. Los chicos pudieron hablar con el señor Clark y teorizar lo que puede ser la puerta de salida a toda esta terrible situación mediante la explicación del profesor con un lápiz y un plato de plástico. Sólo tendrían que buscar la forma de ir hasta aquella puerta.


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––No podemos seguir aquí... no por mucho tiempo –– Su susurro fue como un balde de agua helada deslizándose por su nuca.

𝓟𝓪𝓹𝓮𝓻 𝓑𝓾𝓽𝓽𝓮𝓻𝓯𝓵𝔂; 𝐖𝐢𝐥𝐥 𝐁𝐲𝐞𝐫𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora