Se le había pasado un poco mucho la hora, ya era casi media noche. Después de pasar todo el día, la tarde y parte de la noche con sus amigos, finalmente llegó a su apartamento.
Se quitó los zapatos en la entrada de este y se dirigió a su cuarto. Caminaba con uno que otro tropezón en su trayecto. Porque si, habían bebido más.
No estaba del todo ebrio, solo algo mareado y con algunos pensamientos que no sabía porque estaban rondando su cabeza.
Decidió no tomarle importancia y apagar esas voces.
Casi podía probar la resaca que iba a tener en la mañana, pues a pesar de tener una buena resistencia al alcohol, no corría con la misma suerte para soportar las consecuencias de haber bebido.
Aún así, suponía que valió la pena, obviamente valió la pena, después de comer dejaron de molestarlo con el tema del inexistente pretendiente y se concentraron en hablar de otros temas triviales como: el trabajo, la vida personal de cada uno y que ahora prácticamente el hogar de Kaminari se volvería su punto de reuniones ahora que Kirishima de encontraba completando su reposo ahí.
Una vez había llegado a su cuarto se sentó en la cama comenzando a desvestirse para colocarse su pijama.
Ya echo eso, al fin se pudo acostar en su cama metiéndose bajo las sábanas. Casi al instante de haber hecho contacto con estas, su cuerpo entró en un acogedor calor que lo arrullaba para poder dormir. Al menos disfrutaría la noche porque seguramente en el estado en que estaba dormiría como un bebé.
Cerró los ojos y esperó para caer en los brazos de Morfeo. Sin embargo, este, al parecer no pensaba en recibirlo. Al menos no tan pronto. Continuó con los ojos cerrados por más tiempo. Nada.
Se estaba empezando a hartar un poco con ese estúpido problema para conciliar el sueño. Se suponía que el alcohol lo ayudaba, no al revés.
Se negaba a abrir los ojos. Se dormiría ahora y sin reproches, él era quien mandaba. A pesar de haberse pasado por mucho su hora de dormir.
Eso es. Pensó. Aunque él sabía que no era por eso. Decidió creer que sí.
Tal vez y sea por eso que ahora no podía conciliar el sueño.
Se acurrucó aún más en las sábanas cubriéndose hasta la cabeza, pasaban segundos, pasaban minutos. Nada.
Su cabeza daba vueltas y ya no sabía si eran por los mareos a causa del maldito licor. Ahora recordaba porqué no le gustaba mucho beber.
Finalmente decidió abrir los ojos para luego levantarse de la cama e ir al baño en su cuarto. Se lavó la cara con agua fría, con total molestia y sin cuidado que hasta pareciera que estuviera haciendo algún tipo de skin care a toda prisa.
A algunas personas se les quitaba el sueño al lavarse la cara con agua fría, pero hasta en eso Bakugo llevaba la contraria, a él eso le causaba un terrible sueño.
Puede que hubiera sido porque estaba ligeramente ebrio o realmente molesto, porque no sintió el agua tan helada, pero algo era algo. Se acostó nuevamente boca arriba en su cama cubriéndose con las sábanas mientras miraba al techo iluminado pobremente por la poca luz de la luna que entraba por un espacio entre sus cortinas.
Pasó un par de minutos.
Pasó cinco minutos.
Pasó quince minutos.
Pasó media hora.
Nada.
Maldijo mentalmente esa noche por ser precisamente en la que su insomnio decidió atacar. Mañana trabajaba a primera hora y el hecho de estar despierto hasta casi la una de la mañana, no ayudaría en nada.

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You And Me
FanfictionUno vivía su vida lo más normal posible. Otro vivía viendo su vida lo más normal posible. No lo sabían, nadie puede saber cuándo ocurre. Pero cuando un alma se encuentra a su mitad, le es imposible dejarla. Por más que trate de alejarse, siempre vo...