¿Seven?

241 24 5
                                    


Torre del Destino- 1 día después

La tensión se encuentra muy vívida en el aire de estos momentos, John Constantine antes reconocido como el infame HellBlazer, se encontraba frente a un ridículo payaso a sus ojos del cual era uno de esos ejemplos del por qué se le veía tan mal a los jóvenes hechiceros o exorcistas. Un hombre trajeado de manera clásica, de cabello negro y bigote del mismo color, un bastón lujoso como apoyo dandole porte de clase alta, su piel blanca apenas con una tez bronceada que daba el look de recibir sol en su cara constantemente. Zapatos negros de marca y por último guantes blancos. Este hombre es un reconocido y célebre mago con actuaciones en Las Vegas, New York y otras grandes ciudades, por lo tanto un payaso de circo para verdaderos magos como el que se consideraba Constantine.

El hombre a mediados de sus cuarenta tampoco estaba muy alegre de ver a Constantine. Él no llevaba mucho tiempo en este mundo de justicia mágica, siempre supo de sus poderes, pero se limitó a actuaciones para tener una carrera exitosa asegurada y concentrarse en su familia. En algún momento de sus últimos años tras un incendio en una actuación en Las Vegas es cuando había decidido en ese momento a usar sus poderes reales y salvar las personas. Poco a poco se convirtió en uno de los Justicieros que había surgido en esta época moderna, fue gracias a Kent Nelson, un mentor y amigo que pudo involucrarse en temas mágicos de importancia y usar sus poderes de la mejor manera.

Sin embargo, fue en una de sus misiones solitarias solicitadas por Kent que terminó cruzando caminos con el desastre andante que era John Constantine en el pasado. Sin ética ni disciplina, un punk ebrio y drogado que así las cosas a su manera narcisista de ser sin importar que otros pudieran salir heridos mientras la misión estuviera completa. Cabe decir que no hacía falta destacar que ninguno de los dos se agrada en realidad mucho, uno más recto y correcto en su forma de ser actuar, el otro mucho más ortodoxo y liberal para no decir otra cosa.

Finalmente así se encontraron ambos con una cara de disgusto al encontrarse cara y cara en la Torre del Destino, habría sido esta cosa obra del propio Destino, los Señores del Orden estarían complacidos o divertidos viendo la situación desde su zona astral interdimensional, o simplemente fue una coincidencia divertida desconocida para Kent Nelson que estos dos se conocieran y tuvieran que trabajar ahora juntos.

Constantine: De verdad vine acá pidiendo ayuda, esperaba unos buenos hechiceros o exorcistas conocidos del antiguo Dr Fate, no un estirado payaso de truquitos "mágicos".

¿?: Mira quién lo dice, si tengo que arriesgar nuevamente mi vida por un insolente y patético hombre en las artes místicas como tú, entonces de esta creo que si no saldré con buen pie.

Constantine: Maldito pseudo-italiano, deberías bajarte esa actitud tan recta como si tú ganándote la vida en la ciudad del pecado con esos shows tuyos fueras tan inocente. ¿No será que esa forma santurrona de ser enmascara el propio diablo que en realidad escondes bajo tanta rectitud?

¿?: Como osas meterte con mis raíces, mi familia tuvo que huir de su nación por los horrores de la guerra y fueron ellos quienes me criaron con amor y respeto en la tierra que sería mi país. Un británico de seguro no sabe lo que es sentirse bien representado por su propia patria y el amor a la patria de tus padres y la cultura con la que te criaron. Sólo eres un punk rebelde de bares de mala muerte anti sistemáticos con todo lo que ha venido por antes de ti.

...

...

...

...

...

La discusión siguió un rato así hasta que el propio Kent Nelson que los veía sentados mientras tomaba una taza de café y galletas le perdía la gracia a esta situación. Ambos estaban energéticos sin duda, un rasgo positivo ya que se enfrentarían a una situación realmente preocupante y aún desconocida para ellos. Cada día que se perdía, la amenaza sin lugar a dudas podría crecer, seguía renuente a colocarse el casco, de haberlo hecho, Fate sin fallos se hubiera teleportado hasta allá y seguido el rastro hasta la amenaza que se ha ocultado aparentemente.

El Emperador SangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora