El Emperador Sangriento

Consecuencias

Osaka - Hangar del Aeropuerto (03:33 am)

Se encontraban cansados, derrotados, abatidos; pero sobre todo, desesperados por irse. Esta misión les había enseñado distintas cosas a cada uno de los presentes en el lugar cuando se alistaban para poder irse, faltaba la tripulación aún por reunirse para despegar, pero todos ellos querían regresar a casa lo antes que fuera posible. Habían aprendido sobre el asesino serial que terminó por invocar a su pesadilla más grande, presenciaron demonización natural en criminales cuyas almas fueron devoradas por los demonios que ahora rondaban libremente por Osaka, los nombres de dos de los grandes seguidores del demonio que buscaban, pero finalmente más que aprender, redescubrieron un sólo sentimiento...

Miedo, llamándolo así incluso suena poco; conocieron el terror absoluto encarnado puesto que conocieron aunque fuera solo en su voz y presencia a Seven. El dragón fue capaz de atravesar sus barreras mentales como si hubiera entrado en una casa con la puerta abierta y allí fueron realmente testigos de lo que era sentir a esa entidad completamente destruyendo en ellos cualquier esperanza minúscula de algún día competir contra él.

Batman era uno de los más abatidos de todos. Sus puños se apretaban con fuerza con frustración, pero pensar en esa persona automáticamente hacía que sus piernas fallaran y sus brazos temblarán de miedo. Él sabía en carne propia el sentimiento que Lucifer Morningstar le había dado en ese único encuentro que habían tenido, pero lo que le hizo Seven con sólo una visión a su "verdadera" forma, la de tal imponente dragón había hecho parecer tan diminuto a Lucifer.

Si aquel que había jugado con él tan fácilmente pudo ver a través de sus recuerdos ¿Qué podría haber visto aquel ser o no en sus recuerdos también? ¿Su identidad podría estar ya comprometida? ¿Sus pocos seres queridos podrían estar en peligro? ¿Sería igual de peligroso el demonio Astaroth que quedaba en su ciudad de Gótica? Bruce estaba destruído profundamente por dentro en estos momentos, algo que necesitaría un tiempo para recomponerse. Criminales, mafiosos y ahora villanos con poderes parecía algo del que era capaz, pero como solo un hombre podría contra un demonio o en este caso lo que los mismos demonios adoraban como un dios demonio. A parte no era un demonio en sí, sino un dragón entonces...

¿Dios Dragón? ¿Dragón Demonio? ¿Un Divino Dragón Demonio? No; lo último sonaba ya demasiado absurdo para ser real... La unión de tres razas eso ya sería demasiado impensable para cualquier persona. Debía reflexionar sobre en que se había involucrado como también pensar cómo esto afectaría su futuro. Estaban huyendo de Japón, pero Osaka no pertenecía a Estados Unidos, no eran américanos y menos ciudadanos de Gótica, podría ser muy egoísta incluso nacionalista de su parte, no obstante, Bruce quería mentirse así mismo por ahora pensando que todo estaría bien siempre que Seven no saliera de Japón. Si fuera un hombre justo de su palabra entonces estaban a salvo por ahora.

Bruce no era el único que se sentía así... Giovanni Zatara que se estaba montando en el avión tuvo que apagar la coletilla de un cigarrillo que había encendido tras más de diez años de haber dejado el cigarro tras que su hija hubiera nacido, pero un impulso autodestructivo pasó por su mente dado al momento tan traumático que vivió no hace más de dos horas ¿Esto en realidad habría sido su culpa? No se culpaba realmente por como salió la misión, pese a que sí se sintió débil e inútil pensando que lo tuvo fácil comparado con el trabajo de Kent siendo Fate o el propio Constantine tratando de mandar las criaturas al infierno solo para ser atravesado por un tridente demoníaco y luego pensando en convertirse en el nuevo Fate sólo para sufrir a manos de quién realmente buscaban.

Él maldecía su debilidad propia de qué había servido abandonar la seguridad de los escenarios para tratar de ser un héroe enmascarado solo para ser el más débil del grupo. No pudo hacer mucho cuando estuvo en el puerto con Batman así como tampoco fue más que un apoyo para Constantine y Batman desde la distancia cuando se enfrentaron a la serpiente demoníaca. El detective enmascarado arriesgó su vida al enfrentarse a la cabeza de la bestia y sus amenazas sea el calor, los ácidos, el fuego, la amenaza misma de morir quemado o tragado. Aún así, Batman hizo mayor daño a la criatura con sus herramientas que él mismo que se especializaba en la magia propia.