No era el modus operandi de
María José Garzón enviar mensajes mientras estaba en una cita. Le gustaba pensar que, en general, ofrecía citas buenas, y en ocasiones, citas geniales. Hacía preguntas, evaluaba el ambiente para adaptarse a la energía, era abierta pero no empalagosa, mostraba su mejor versión, ofrecía pagar y tenía una lista de historias consistentemente agradables por si la conversación decaía. Pero esta cita... estaba bastante segura de que las deidades de la interacción social le concederían esta transgresión.Poché – 7:16 PM
¿Aún nos vemos esta noche?Poché – 7:16 PM
Y con esta pregunta me refiero a:
por favor, por el amor de todos los dioses, prométeme que aún nos vemos esta noche.El insípido Mario ni siquiera se dio cuenta de que había estado mensajeando, ella lo sabía en cuanto levantó la vista y lo encontró hablando sin cesar. Sus ojos estaban fijos sobre su hombro, luego bajaron a su teléfono. ¡Oh, genial! El gráfico del mercado aún estaba allí.
El insípido Mario no era aburrido tan aburrido como algún personaje secundario de una serie de calidad dudosa. El insípido Mario era, en realidad, quizás, peor que eso. Parecía encontrar todo lo que tenía que decir muy, muy interesante y estaba menos interesado en lo que ella tenía por contar. Cada vez que ella intervenía con su propia historia o anécdota, que, para constancia, él no pedía ni preguntaba, respondía con algo como: "¡Sí! Exacto, eso me recuerda a...".
Y, desafortunadamente, no es que el insípido Mario le contara una historia interesante. No había momentos emocionantes ni relatos marcados por carcajadas incontrolables. Al insípido Mario le gustaba hablar apasionadamente de su trabajo, en finanzas.
Poché, aunque sinceramente no le importaba un carajo el Dow Jones, como una buena cita, le había hecho preguntas sobre su eso y su trabajo. El insípido Mario había conseguido una segunda cita debido a su pasión. Ella esperaba aprender en una segunda cita que su pasión se extendiera a algo más que fondos compartidos, acciones e interés compuesto.
Se equivocó por la última vez, lo vio en su teléfono mientras vibraba, durante una hora y quince minutos.
Daniela – 7:17 PM
Si, si, ven conmigo, ven conmigo ba-byDaniela – 7:17 PM
Estoy dando los toques finales a un video, pero puedes venir cuando quierasDaniela – 7:18 PM
¿El insípido Mario realmente hace honor a su nombre?Majo – 7:18 PM
Pero como tienes una idea.Majo volvió a mirar a Mario, mordiéndose el labio mientras la indecisión se arrastraba dentro de ella.
La cuestión era que quería que esta noche con Mario funcionara. Lo deseaba intensamente, en tantos niveles.Lo quería porque el trabajo era ajetreado y agotador, y la posibilidad de que algo nuevo y emocionante sucediera en su vida personal sería increíble para anticiparse en medio de todo.
Lo quería porque había visto a su hermana gemela, Valentina, y a la novia de Valentina, Eff, acurrucándose hace unos días durante la noche de películas, y verlas tan enamoradas le provocaba anhelo.
Lo quería porque, siendo franca, habían pasado meses desde que había tenido sexo y lo deseaba muchísimo. Ansiaba una liberación satisfactoria, aunque no resonara a nivel emocional. Pero aunque Poché no necesitara el componente romántico para disfrutar del sexo con un compañero, al menos necesitaba gustarle a la persona.
Con todos esos deseos alineados, tomó su decisión. Una oportunidad más.
"Oye, Mario", habló tan pronto como hubo una leve pausa en su diatriba. Y lo hizo justo a tiempo, porque él ya estaba tomando una profunda bocanada para prepararse para el próximo tema fascinante.
Ella esperaba y temía que fuera sobre golf.
"¿Sí?" fue todo lo que ofreció, cerrando la boca de golpe y mirando a Majo con sorpresa.
Como si le resultara alarmante que ella pudiera tener algo que decir en esta cita.
Majo lo miró fijamente a los ojos, inclinándose, adoptando su mejor tono de ¿puedes creer esto? "¿Sabes qué pasó en mi trabajo hoy?"Sus cejas se fruncieron mientras lentamente negaba con la cabeza. "¿No...?"
Y Majo realmente tenía una historia increíble: una de las historias que había preparado esta mañana después de arrancar de lleno era la de encontrar a un verdadero asesino en serie de un caso sin resolver de hace más de veinte años. Todo gracias al ADN recopilado por CodeBreaker, el desglose genealógico más avanzado del mercado. Y, como dato divertido que estaba emocionada por agregar, su hermana había ayudado a desarrollar parte de la información que ingresó en la sección de salud genética del desglose de ADN.
Y tal vez, esperaba que el insípido Mario se involucraría en eso, en algo que no fuera él mismo, y –
Se rascó la nuca y miró afuera hacia la noche nublada y oscura. "¿Cielo nublado? Temperatura bajando a menos cero grados? Eso es lo que dijo mi aplicación del clima antes."Majo solo pudo mirarlo durante varios momentos, sus pensamientos reduciéndose a un grito frenético. "¿Crees que soy una presentadora del clima?"
"En CBS", afirmó, con una autoridad que confundió a Majo.
Lo más largo que le había hablado de ella misma había sido durante cinco minutos en su primera cita, así como una semana y media de mensajes antes de eso, en los que mencionó su trabajo como productora de noticias asociada en BostonNow, después de dejar NBC el año pasado... varias veces.
El desconcierto, la irritación y la incredulidad total de que este fuera el nivel de expectativas, la invadieron.
"Yo–" Estaba a punto de decirle eso mismo, antes de morderse la mejilla y negar con la cabeza ante sí misma.
Ni siquiera valía la pena en este punto.
Otro niñito más, desechado.Hola hola!
Estamos de vuelta con una adaptación más, ya no estoy de vacaciones, así que no va a ser 100% seguro que actualice diario, pero se hará lo posible porque así sea. Espero les guste o les llame la atención esta historia, si es así, voten y comenten por fi. Empezamos con un episodio cortito para arrancar motores. Nos vemos ✌🏼
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En la misma página - Caché
FanfictionMaría José Garzón conoció a Daniela Calle, una influencer impresionantemente atractiva, políglota e hija de modelos mundialmente famosos (sí, esa Daniela Calle), durante su primer año en la Universidad de Boston, y cambió todo para ambas. Después de...