ATTIA
-- ¿Attia que te pasa? ¡Llevas todo el día absorta completamente! -- Exclamó Saracia.
¿Recordáis que dije que yo no tenía amigos? Bueno, pues me refería en el plano terrenal, con referencia a los mortales.
Saracia era una demonio de los sentimientos. En concreto del sentimiento de la furia y el odio, lo cual ya de por sí queda claro que era mejor no cabrearla o acabarías más que mal. Sin embargo también era una chica... loca, extravagante, toca narices, molesta, pesada, arruina infancias completamente, insoportable, desastrosa... Pero aún así se la quería. Al menos yo la quería... a mi manera.
-- Attiaaa holaaa ¿hay alguienn ahí?-- dijo pasando una mano por delante de mi cara.
-- Ehh? Que? A sí sí.-- Respondí moviendo la mano sin mucho interés volviendo a mis pensamientos.
Mi mente ahora estaba en otra dimensión. En otra persona. Ulises.
No me los sacaba de la cabeza. Esas palabras...
"Creo que me gustas"¡No podía gustarle! ¡No quería gustarle! ¿¡Por qué yo?!
Pero lo que más me carcomia era el hecho de que no sabia como iba a hacer para alejarlo de mi. Porque me había dado cuenta de que ¡ese niño era tan terco cómo yo! ¡Y eso, creerme, es MUCHO!
¡Y para colmo de remate iba en mi misma clase! ¡Sentado un pupitre alante del mio! ¿¡Podía tener más mala suerte?!
-- ¡Attia!
--¡Que! ¡¿Que ostia quieres Saracia?!
-- Exclamé ante su grito.-- ¡Que me agas caso joder! ¡Llevo intentando hablar contigo más de media hora y tu no me haces ni p*to caso!
-- ¡No me encuentro bien! ¿¡Vale?! ¡No estoy de humor para soportar tus mierdas!
-- Ui la niña ahora no está de humor para mis mierdas perdoneme usted -- Dijo burlonamente -- ¡Pero si eres tú la que lleva todo el día absorta en tus pensamientos que ni que te uviera pasado algo anormal y fuera el fin del mundo!
-- ¡Y tú qué sabrás lo que me a pasado o dejó de pasar!
-- ¡Eres una imbécil!
-- ¡Y tú una gilipollas insoportable!
Noté su puño reventar en mi cara y ataqué de inmediato abalanzándome sobre ella. Las dos caímos de la cama, en la que estábamos sentadas de piernas cruzadas, al suelo con estrépito.
Pero no nos importó el golpe, seguimos pegándonos e insultandonos como dos locas hasta que nos quedamos sin fuerzas para continuar.
Esto era algo muy normal entre nosotras... y entre todos los de mi pueblo, a fin de cuentas esto era el infierno. Las peleas eran lo más normal además de lo más leve que sucedía allí.
Ella se sacó de encima mía y yo rodé al otro lado y extendí los brazos a los lados jadeando de puro cansancio. La pelea había durado una media hora.
-- ¿Vamos a tomar algo al Frerins?-- Preguntó entre jadeos.
Yo asentí sonriendo y sin parar de jadear de agotamiento. El Frerins era una cafetería a la que iban muchos adolescentes de nuestra edad, donde daban los helados más ricos que jamás pudieran existir, al menos para nuestro gusto. Aunque desde luego eso para un humano seria algo mortal.
Después de... ¿cuanto? ¿meses? Sí, creo que sí, al fin me llegó la inspiración en esta nove y al fin pude volver a escribir Jajaja.
Apartir de ahora escribiré, si puedo, una vez a la semana, probablemente los findes.Espero que os gustara el cap y votad y comentad que os pareció :)
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Hija de la muerte. (En Pausa)
FantasySer la hija de la mismísima muerte no es nada fácil y eso es algo que Attia sabe muy bien. Ella debe aprender el trabajo de su padre que heredará en un futuro y también controlar sus poderes al mismo tiempo que tiene que lidiar con los problemas de...