CAPÍTULO 16

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ULÍSES

Miré el pupitre que estaba arrimado al mio completamente vacío.

Se me hacia rarisimo que ella no estuviera aquí. Siempre venia. ¿Le habría pasado algo?

Alomejor está enferma pensé, pero sin embargo algo me decía que no era esa la razón de su ausencia.

La puerta de clase se abrió de pronto con un gran portazo dejando ver a un chico alto, rubio y con una gran sonrisa.

No lo había visto nunca hasta ese momento. Vi como se adentraba en la clase y se dirigía a mi para acabar sentándose en el pupitre de Attia.

-- Ese sitio está ocupado.-- Le reproché.

-- Yo no veo a nadie.

Se giró para verme serio y enseguida se puso sonriente de nuevo.

-- Me llamo Darwin, encantado.

Me extendió la mano la cual yo estreché enseguida aunque algo desconcertado.

-- Yo soy Ulíses.

-- Con que Ulíses, tu eres el nuevo ¿no?

Asentí.

-- Valla parece que hoy no vino la tétrica.

-- ¿La que?

-- Me refiero a una compañera, se llama Attia pero yo la llamo la tétrica, porque a veces da miedo.

Se echó a reír pero paró en seco al percatarse de que a mi no me hacia ninguna gracia su comentario.

-- Perdón, supongo que dije algo que te molestó.

-- ¡Pues sí! ¡Ya me estoy artando de que todo el mundo la insulte a sus espaldas!

-- Olle olle olle yo no la insulté, sólo le puse un apodo gracioso y si hasta ella sabe que la llamo así y no le importa.

Eso me desconcertó más.

-- ¿Enserio?

-- Si, tío la conozco de muchas años más que tu, se lo que hago.

--¿Entonces soys amigos?

Él se puso serio de pronto.

-- Yo no he dicho eso.

-- ¿Entonces? -- Pregunté ya sin comprender en absoluto su actitud.

El abrió la boca para hablar pero fue interrumpido por la voz del profesor que acababa de entrar al aula.

-- Buenos días clase. Bien chicos sacad todo mientras yo tomo lista.

-- Ya comenzó la clase, así que hora de dormir.

Vi como sacaba unas gafas de sol de su mochila para luego ponérselas y reclinarse en la silla con los brazos detras de la cabeza.

Me quedé viéndolo pasmado unos instantes y luego me puse a lo mio.

-- ¿Falta alguien?

Abrí la boca para responder a la pregunta del profesor pero alguien se me adelantó.

-- Attia Shadow Brooks Wander.

Me quedé perplejo ante la respuesta de Darwin. ¿Cómo se podía saber su nombre entero? Un momento ¿Attia tenia un segundo nombre?

Me quede pensando en eso. Attia Shadow asique su nombre completo era Attia Shadow.

***
STARECK

-- ¡¡¡Diahhhhh!!!!

Me tapé los oídos con desespero intentando tapar los terribles gritos de Attia que me reventaban los tímpanos.

Al final tras encontrarla tirada en el callejón desangrándose fui capaz de parar la emorragia y la llevé de vuelta a casa donde entre todos logramos reanimarla a tiempo antes de que quedara en un coma perpetuo.

Pero no se si habría sido mejor el coma que oír sus terribles gritos y sollozos de dolor.

-- ¡¡¡¡Aahhh!!!!

Apreté más fuerte mis manos contra mís orejas.

Lo curioso era que en estos momentos la razón de sus gritos era porque la estaban curando, sin embargo cualquiera diría que en lugar de eso la estuvieran sometiendo a un plan de tortura sin fin.

La cuestión era que aquí no era como en la tierra donde, antes de coserte o hacerte cualquier otra cosa, te ponían un anestesiante o te daban pastillas o lo que fuera. Aquí el único tratamiento que había era una cuerda entre los dientes para apretar y la fuerza de voluntad que pudieras reunir para aguantar el dolor.

Asique ahí estaba Attia con su fuerza de voluntad por los suelos gritando a todo pulmón mientras le cosian la herida y le hacían el resto de las curas.

-- ¡¡¡Diaaaaaaaahhhhh!!!!!

Iba a matar al que le había hecho eso en cuanto descubriera quien había sido el desgraciado que había hecho daño a mi amiga.

Escuché como alguien llamaba a la puerta y bajé a abrir.

Andaba como si esta fuera mi propia casa cuando estaba en la de Attia, pero ya había estado tantas veces aquí que era algo normal para mi.

Abrí la puerta para ver a Saracia con expresión preocupada.

-- ¿Como está?

Iba a responder, pero el agudo y desgarrador grito que se escuchó proveniente de la habitación de Attia, respondió a su pregunta.

-- Joder.

-- Lleva así toda la noche aunque ahora grita porque la están cosiendo.

-- ¿Que dijo el médico?

-- Dijo que después de curarla es probable que estea una buena temporada sin caminar. Ba a haber que obligarla a quedarse en cama puesto que conociéndola testaruda cómo es querrá levantarse.

Ella asintió sin decir nada. Algo me decía que esta iba a ser una semana muy larga. Los espantosos gritos de Attia me lo confirmaban.

Suspiré mientras eché a caminar escaleras arriba para ir a la habitación de Attia a ver como les iba con la cura.

Hija de la muerte. (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora