Capitulo 9: Creación

187 9 42
                                    

- Creo... que deberíamos estar a mano. Tócame. - ordenó.

(ADVERTENCIA: CONTENIDO +18. MANTENER DISCRECIÓN.)

Pov: Adrien

No estaba razonando por completo. Podía sentir el corazón en mis oídos.
Me estaba dejando llevar por el momento y estoy seguro de que ella también.
De lo único que estaba seguro era de que quería tenerla. Quería que se entregara a mí. Quería ser el primer hombre para ella... Y el último.

Me he estado guardando para esto desde hace mucho tiempo. Quiero entregarle mi virginidad y que ella me la entregue a mí.

Félix ya intentó arrebatarsela... No dejaría que mi amada Marinette pasara por algo así de nuevo. Debo demostrarle lo que es ser amada en cuerpo y alma para que no sienta la necesidad de entregarle su cuerpo a alguien más.
Tal vez así, ella pueda amarme de nuevo y me acepte tal y como soy ahora.

Su rostro sonrojado me miró detenidamente. Estaba dudando en tocarme pero con su mirada ya me estaba desnudando por completo.

"Mi lady... Acepta que este roto gato te demuestre un nuevo nivel de placer y tranquilidad. Vuelve a amarme y prometo serte fiel y leal, estar contigo en las buenas y en las malas.
Por favor, permíteme ser completamente tuyo, porque ni mi corazón ni mi cuerpo quieren a alguien más que no seas tú.

He nacido para tí, vivo para tí y moriré por tí."

Divagué un poco en mi pensar cuando sentí su mano en mi pecho. No quería verme a los ojos, solo se concentraba en el movimiento de su mano.

- T-tu corazón... Late muy rápido. Puedo sentirlo en la mano. - habló mi sonrojada azabache.

- Late por tí, princesa. Mi corazón te pertenece. - tomé su barbilla y alcé suavemente su rostro para hacerla verme directo a los ojos.- Yo te pertenezco. - nuevamente nuestros labios se buscaron.

Un beso tierno pero necesitado que nos hundió por completo.
Su mano aún en mi pecho comezón a acariciar mi piel desnuda. No se atrevía a bajar, solo seguía un camino que empezaba en mi cuello y terminaba en el mismo. Quería que sintiera la confianza de hacer conmigo lo que quisiera.
Bajé la mano que se encontraba en su barbilla a su cuello. Anhelaba tocarla también pero no haría nada sin su consentimiento... Aunque tampoco quería separarme del beso para preguntarle. Bajaría poco a poco la mano hasta que ella me detuviese. Podía incluso golpearme si así lo quería. En estos momentos no me importa hasta qué punto me detiene, mi alma ya es feliz. Ahora solo estoy a su merced.

Conforme el beso se intensificaba, mis dedos recorrían la trayectoria hacia uno de sus senos. Su mano hacia lo mismo, poco a poco fué bajando el cascabel de mi traje hasta llegar a mi abdomen.

Cuando me di cuenta, mi mano gozaba de la suavidad de su seno izquierdo. Comenzó a acariciarlo con curiosidad. Jamás había sentido los senos de una mujer... Pero aún quería más. Deseaba escabullirme por debajo de su chamarra, de su blusa.
Tomé el cierre de su chamarra y lo fuí bajando poco a poco hasta que su mano abandonó mi abdomen y tomó mi muñeca, deteniéndome repentinamente.
Supongo que hasta aquí llegó esto. No importaba, ya era un avance.

Se despegó de mis labios lentamente. Su respiración agitada, su aliento, sus mejillas increíblemente rojas y sus ojos semiabiertos me estaban volviendo loco. Verla tan excitada con la cabeza enterrada entre las almohadas mientras la luz de luna iluminaba su aura, era una escena tan hermosa que jamás en mi vida olvidaré.

- Adrien... - suspiró.

- ¿S-sí? -

- ¿Puedes... Voltearte un momento?- interpeló.

Eso nunca pasó (Chat Blanc AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora