Capítulo 2: Pesadilla

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Antes de que pudiese salir por la ventana me lancé hacia el, con todas mis fuerzas lo abracé por la espalda, mis piernas se aferraban a su cintura y los brazos a su cuello. No planeaba soltarlo y si se iba tendría que llevarme con el, así por lo menos tendría la oportunidad de estar más cerca de los miraculous que el se había llevado y aprovecharía esa oportunidad.

- ¡MALDITA SEA MARINETTE, SUÉLTAME!- gruñó mientras intentaba quitar mis brazos de su cuello y se movía bruscamente. Enterraba sus afiladas garras ante cada esfuerzo que hacía por quitarme de encima, pero no me importaba.

- ¡NO!, no dejaré que vuelvas a tomar el control en mi. ¡NO SOY UN MALDITO JUGUETE QUE PUEDAS MANIPULAR A TU GUSTO!- grité, desahogando el dolor físico que sentía en este momento por las heridas que me causaba. Estaba segura de que terminarían por destruir mis brazos en cualquier momento por sus desgarres.

- ¡NO HAGAS LAS COSAS MAS DIFÍCILES MARINETTE!, Todo lo que quiero es que seas felíz a mi lado otra vez, ¡desapareceré todo sentimiento negativo que hay en ti! -

- Si quieres que vuelva a ser felíz contigo y desaparezca todo sentimiento negativo que hay en mi, entonces ¡Déjame quitarte el akuma, déjame ayudarte! - dije mientras tomaba su cascabel en mis manos con toda la intención de desprenderlo, desgraciadamente el las detuvo de inmediato evitando que las moviera un centímetro más.

- ¿Qué pensabas hacer, mi Lady? JAJAJA - carcajeó desquiciadamente mientras cambiaba de posición. Tomó mi brazo y pierna izquierda, quitando mi agarre y con un veloz movimiento me lanzó contra un baúl que se encontraba frente a el.

Mi espalda recibió todo el impacto.

Este baúl lo reconocí de inmediato, es el mismo en el que guardaba todos los regalos que le había hecho a Adrien para los próximos 50 años.

Era inútil luchar contra el. Soy demasiado débil físicamente y ahora estoy herida. Miré mis brazos y en efecto, estaban llenos de profundas heridas provocadas por sus garras. La sangre que los adornaba no paraba de fluir, probablemente había perforado algunas venas y si es así moriría desangrada. Realmente preferiría morir a vivir manipulada por el que alguna vez fué el amor de mi vida, pero aún tengo una pizca de esperanza; Bunnyx podría aparecer en cualquier momento y probablemente Tikki se encuentre con los demás kwamis, solo debo encontrarla y transformarme en Ladybug para que ésta pesadilla acabe.

"Vamos Marinette, piensa con la cabeza fría. No lograrás nada si te pones a la defensiva. Necesitas ganar su confianza de nuevo y así vuelva a bajar la guardia."

- Adrien... - intenté recuperar el aliento con muchísimo esfuerzo, pues, el golpe me había sacado un poco el aire y el dolor de mi espalda me impedía hablar con claridad. - Te lo suplico... No me hagas ésto. - mi voz temblorosa indicaba que lloraría en cualquier momento. - No quiero que me obliguen a amar a alguien. Sabes que si haces ésto solo estarías viviendo en una farsa... - tosí un poco de sangre, creo que el golpe me ha provocado un daño interno, esto es malo. Mi cuerpo se va debilitando al compás de los segundos que siguen transcurriendo. - E-Esto... No... No es necesario... Yo ya te amaba. Por favor... Déjame ser feliz a tu lado naturalmente... -

- ¿Tú realmente quieres eso?- preguntó Chat Blanc. Se le veía muy preocupado por mí pero aún se negaba a bajar la guardia. -¿Cómo se que no intentarás hacer algo en mi contra? ¿Cómo sé que no estás mintiendo en estos momentos para dejarte consiente de la verdad?-

- Adrien... Acaso... - mi voz débil apenas se escuchaba y mis ojos estaban a punto de cerrarse, tenía mucho sueño derrepente. - ¿acaso crees... que tengo oportunidad de ganarte? - me era difícil verlo ahora, se veía tan borroso pero proseguí.- S-sin fuerza... Sin... mis poderes... Si no... Si no soy La-ladybug... No soy.... Nadie...- y luces fuera.

Eso nunca pasó (Chat Blanc AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora