Voyage: Return To Wonderland -SeongJoong

Capitulo 25: Good Lil Boy pt3

Las cosas empezaron a ponerse interesantes después de unos días de descanso. Nos asentamos y pensamos mucho en qué hacer y como proceder con los temas de JongHo y el "tesoro" que encontramos en esa mansión en medio de la nada.

La parte más difícil sería borrarnos del mapa.

Investigamos sobre escuelas en línea para inscribir a JongHo; encontramos una que lo aceptaría sin documentos y sin hacer preguntas, por supuesto, su confidencialidad tenía un precio, uno alto.

SeongHwa y HongJoong empezaron a trabajar en la ciudad utilizando apodos, inventaron historias para que nadie sospecharan que éramos unos simples estudiantes que se escaparon y ahora querían salvar al mundo.

Dijeron que éramos un grupo de chicos que se conocieron en el mismo campo de entrenamiento y estábamos en una misión, hospedandonos en una posada remota en medio de la nada. Era algo común si te quedabas en medio del Sahara, prácticamente. Así que se lo creyeron rápidamente.

SeongHwa y HongJoong estaban trabajando muy duro, llegaban a altas horas de la noche, al menos SeongHwa intentaba llegar más temprano para estar con JongHo, quien, como si fuera un niño, espera despierto a qué sus padres vuelvan. A veces se conforma solo con SeongHwa porque sabe que HongJoong tardará más horas en volver y necesita dormir.

MinGi comenzó a trabajar también y volvía de madrugada junto a HongJoong. Los tres estaban cansados. Tenían que conseguir dinero no solo para la educación de JongHo (que era lo más costoso), si no para nosotros, nuestra comida, ropa. Y nosotros teníamos el deber de cuidar a JongHo y hacerlo sentir en familia, no podíamos dejarlo solo, teníamos que entretenerlo, observarlo, asegurarnos que no se saltara las comidas, porque desde que los mayores comenzaron a trabajar entró a una etapa rebelde y no quería comer o dormir temprano sin que Matz estuviera ahí.

Para entretenerlo, personalmente comencé a enseñarle un poco de inglés para que me ayudara a descifrar algunos de los documentos viejos que había en las tantas habitación de la mansión.

Funcionaba por una hora o dos, después se aburría e iba por los pasillos hasta encontrar algo que hacer.

–Hyung.

SeongHwa llegó un poco después de medianoche, con los párpados caídos y muy cansado, pero JongHo se quedó en uno de los muebles de la entrada para esperarlo, y nosotros lo acompañamos, teníamos un poco de miedo de que huyera a buscarlos por su cuenta.

–Hola, ¿cómo te fue en clases? ¿Qué aprendiste?

SeongHwa estaba muy cansado, a penas podía tener los ojos abiertos, pero se sentó con JongHo a escuchar sobre su día muy atentamente. Se fue a la cama posiblemente a la una. HongJoong y MinGi llegaron a las tres como siempre.

–¿Entras a trabajar tarde hoy? -preguntó YunHo a MinGi mientras masticaba tocino crujiente.

–Si, pero regresaré a la misma hora con HongJoong.

JongHo estaba en clase en ese momento, los mayores ya habían salido y el resto estaba desayunando.

–MinGi, ¿puedo hacerte una pregunta? -dice San metiendo un trozo de fruta a su boca.

–Por supuesto, Sannie. Dispara. -untó el pan con mantequilla.

–¿Por qué trabajas? Quiero decir, nuestros hyungs no te lo pidieron, y cualquiera de nosotros pudo hacerlo, pero fuiste el primero, ¿qué te impulsó?

MinGi estuvo masticando su comida unos momentos antes de suspirar y dejar a un lado su tenedor.

–Solo es por JongHo. Llegué a un acuerdo con los hyungs, solo los puedo apoyar con la matrícula de nuestro hermano pequeño. Lo que ocurrió con él hace días me dejó pensando, es el más jóven, necesita ser escuchado, atendido, y suele ser el que más sufre. Los hermanos menores necesitan mucho cariño. Hago esto porque quiero a JongHo, quiero que termine sus estudios pronto, quiero que SeongHwa y HongJoong trabajen menos para que tengan más tiempo para él. Me siento un poco ofendido pero esta es la realidad, JongHo no nos necesita tanto como a ellos. Después de todo, lloró por los hyungs, no por nosotros. Aún así conservo la esperanza de que seamos igual de valiosos para él en algún momento. Estoy feliz ayudando a mi modo.