¡Ꭺ ꮮꭺ ꮇꮖꭼꭱꭰꭺ ꮮꭺ ꭲꭱꭺꮇꭺ!

𖤐 Capítulo 68

Las noticias de como el norte se había salvado estaban aisladas, los refuerzos después de recuperar el ducado Heinz se dividieron, una parte se dedico a limpiar toda la inmundicia de los Ketzian, dieron sepultura a los muertos y sanaron a los heridos, el alimento y bebida caliente no faltó en todo el norte

La guardia negra logró controlar el norte entero ayudando a erradicar la maldad, los nobles les nombraron "Los inquisidores" ya que eliminaron la maldad del mundo en sus tierras.

El Vizcondado Kastalia estaba aislado y sin saberlo estaba bajo una marcada barrera mágica que si bien no impedía su entrada y salida, si daba toda la información que necesitaban, los que la habían levantado ya se habían marchado dejando atrás agentes durmientes en forma de roedores.

Percy se movió con Ann y Manu para hablar sobre los siguientes planes, todos en el norte habían hecho los rituales sagrados del señorío, por lo que optaron por dar la información a todos los otros Kloffman para que informaran a los señores de sus tierras y evitar otro caso como este, esto se llevaría a cabo en silencio para no levantar sospechas.

Muchos heridos de gravedad habían sido curados con tanto poder y rapidez que imponía un récord ante todos.

Nathan se despertó después de horas de descanso y lloro en los brazos de Frédéric quién estaba esperándolo. Los duques juraron pagar el favor a los Kloffman, Luke sintió que una carga era removida de sus hombros.

El norte era de Kloffman gracias a la estupidez de los Kastalia, eso favoreció a Ann en estos momentos, pero ella sabía que estaban lejos de poder vencer a un Ketzian por si solos, todos iban a entrenar hasta convertirse en polvo.

La baronia Blackford estaba en calma, la contaminación no corroe sus tierras, las heridas fueron curadas y el peligro finalmente fue destruido, por ahora.

El Duque William Heinz haciendo uso del DC de la Guardia Negra se comunico con el emperador para dar su reporte, los daños eran inmensos, pero el emperador accedió a enviar una suma de dinero y ayuda para reconstruir.

El norte estaba a salvo.

Lo que pareció una pesadilla finalmente se volvía en esperanza y todos se juraron que algo así no volvería a ocurrir, fue de esta forma que todos los señores en sus tierras buscaron la sala de consagración e hicieron el ritual junto a un Saint Kloffman.

Lentamente Kloffman se posicionó en todos los nobles hogares del imperio, dominando la fuerza del imperio sin problemas. Todos sabían que incluso con los nuevos miembros no eran sufiemcientes y no tenían la fuerza para triunfar en una lucha contra demonios.

Edward Kloffman dio una sola orden, entrenamiento de la muerte para todos.

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Ann había regresado con sus amigos el último día del festival, todos estaban cansados, doloridos y con tantas ganas de comer y dormir por una semana entera de ser posible, Callum se rio al verlos a todos y saber que se iban a ausentar la primer semana mientras organizaban las cosas para todos.

— ¿Quieres que pida algo de comer? — Callum miró a todos los de la guardia negra que habían luchado, los nuevos tenían un aire más maduro, sus vidas habían sido moldeadas a través de esa experiencia mortal.

Los viejos en cambio adquirieron un tono más sabio, más fuerte y pensativo.

Ann lo miró con cariño, lo cierto es que era incómodo saber que Nathan y ella tenían un lazo similar al de ella y Cale. Pero ambos hombres parecían tolerarse
— Si, iré contigo para que todos coman antes de dormir — miró a sus amigos acostados en el sillón medio dormidos.

Cale sonrió y extendió su mano, ella la tomó y salieron tomados de la mano—como ella le había enseñado—del lugar.

Caminaron por las calles del reino que estaba festiva, la música y arreglos ahora parecían fuera de lugar para ellos. Era tan discordante celebrar cuando habían visto tanta muerte y destrucción tan solo unos días atrás.

— Se había ausentado, Señorita Ann — la voz de una mujer madura sacó de la amena conversación a la pareja.

Ann miró a la mujer y sonrió con calma era una mujer que trabajaba para ella, cocinaba muy bien siempre que tuviera los ingredientes y la dirección correcta.

— Señora Norah, es buena verla — saludo cortés —, mi hermano enfermó por comer tanto — hizo una mueca — me quede en casa a cuidarlo — suspiró.

Norah asintió, ella sabía que Manu era un glotón con las cosas dulces, picantes y saladas por lo que aquello era posible.

— ¿El señorito ya está bien? — preguntó con preocupación.

Ann le dio una sonrisa genuina — Sí, ya está mejor — contestó.

Callum y ella compraron tantas cosas como eran posibles variando según los gustos del personal, siendo Ann la que dirigía las compras, juntos llevaron muchas cosas y al regresar a casa los reunió a todos en el comedor y cenaron

Muchos lloraron al saber que eran inútiles y juraron hacerse fuertes, otros simplemente decidieron que era mejor para ellos esforzarse y no decir nada.

Los amigos de Ann se sentían diferentes ya que sus cuerpos habían roto los límites que tenían su margen de crecimiento era mayor que el de su grupo de edad y aquello sólo aumentaría con el tiempo y entrenamiento.

Ann y Callum se despidieron con un beso largo y profundo que hizo que todos silvaran y bromearan. Manu estaba celoso, pero sabía que su hermana menor algún día se enamoraría, se casaría y se iría.

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Debido a que era la última fiesta de la celebración, todos vestían de gala, Aisha Kastalia era la mujer más hermosa en la fiesta de gala, pero muchos buscaban encontrar a la dama más encantadora de toda la escuela.

Estaban decepcionados.

Ann Kloffman no estaba por ningún lado, pero la entrada de Angelique desterro la imagen delicada de Kastalia.

Angelique era una mujer muy atractiva, su maquillaje ligero iluminaba de forma exquisita sus rasgos, dando sensualidad y misterio, su ropa era totalmente diferente a la que la mayoría usaba, llevaba un vestido corto del color verde perlado, este hacía juego con su cabello rojo fuego, sus ojos color avellana brillaban hermosamente la abertura en la falda del vestido dejaba ver en cada movimiento parte de sus piernas y muslos, aquello dejó sin aliento a todos los caballeros.

Aunque tras sentir la gélida mirada del acompañante de la joven, peligrosa y encantadora dama todos bajaron la cabeza, ninguno estaba dispuesto a enfrentar al joven de élite de su país.

Era su príncipe.