𖤐 Capítulo 94

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Ann saludo a Owen con naturalidad, Eru y Owen se miraron con desconfianza, ambos se sostuvieron la mirada durante algunos minutos, hasta que Arween entró y miró con sorpresa la mesa de trabajo de su cuñada.

En la mesa había una gran cantidad de caminos en forma de metal que ayudaron a mantener el equilibrio y la movilidad en las pesadas estructuras metálicas cuyas ruedas eran aptas para movilizarse entre los caminos hechos.

—Ann, ¿Qué son estas cosas? — Arween preguntó con emoción.

Ella admiraba mucho a la pequeña Ann era evidente que los dioses la amaban ya que la habían inundado de muchas bendiciones, ella era una gran sabía.

Ann se giró a ver su trabajo en miniatura, le había prometido a Owen mostrarle el funcionamiento del tren, además de los lugares correctos para construir y proteger las vías del tren.

— Estos son ferrocarriles — señaló las figuras metálicas talladas a mano con algunas piedras mágicas diminutas que eran sobrantes de otros artículos mágicos elaborados en la base.

Ann siempre les decía que nada de eso era desechable, ya que les había estado enseñando a crear maquetas para que todos pudieran ver la forma correcta de hacer las cosas en las ciudades.

De esta forma el área geográfica que estudiaban era totalmente correcta y precisa para realizar avances adecuado

— Estas son las vías — sonrió colocando uno de los ferrocarriles en la terminal creada según la posición que ella eligió de la capital, el ferrocarril a diferencia del resto contenía vagones de carga para materiales especiales como piedras mágicas y/o carbón, tenía en el runas para conservar su contenido y en el exterior habían runas de protección.

— Las vías sirven para movilizar el ferrocarril, cada una funciona para un solo tipo, tenemos Ferrocargas — señalo el ferrocarril de carga que había colocado mientras aplicaba un poco de magia y este se movilizaba en dirección al norte del imperio miniatura, el sonido era tal cual el de su mundo.

Owen miró sorprendido la movilización, no solo era el ferrocarga o las vías de este, era la capacidad para recrear toda la capital de forma precisa y a su vez todo el camino hasta la Baronía Blackford lo que lo sorprendió.

Eru estaba profundamente impresionado nada se comparaba con este tipo de transporte, pensar en que había también uno para las personas reduciría en gran medida la cantidad de días en el que podían llegar a cualquier lado del imperio.

— Eres impresionante, princesa — Eru halago con cariño.

Ann sonrió, un pequeño sonrojó tiño sus mejillas. — Gracias — contestó.

Owen apretó la mandíbula y se aclaro la garganta —Eres realmente increíble — sonrió de forma encantadora — realizar este tipo de transporte reducirá el tiempo de viaje en todo el imperio — el orgullo en su voz era algo que Ann sintió.

— Estos son Trenes — Ann señaló el que tenía algunas figuras de madera muy pequeñas en su interior, los vagones eran totalmente diferentes y acondicionados en zonas para nobles, comerciantes y plebeyos, cada uno con un color diferente, pero igualmente bien acondicionados según sus necesidades.

La razón de Ann de llamarlos de forma distinta era para evitar la confusión de las personas, dado que la mayoría eran personas que no sabían leer o escribir y el sistema del imperio era clasificar todo según su medio, como por ejemplo los carruajes, estaban los carruajes que servían para transporte de nobles, a su vez estaban las carrozas que usaban los comerciantes y por último eran las carretas para el transporte de plebeyos.

El grupo siguió conversando de la funcionalidad del tren, las ventajas, las desventajas, la velocidad a la que se movían, su funcionamiento, los planos para que los ingenieros lo realizarán, la utilidad para acortar días de viaje.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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