~escapadas 2/2~

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Continuamos....
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–yagi que vamos a hacer?– pregunto la mujer angustiada, ya eran las once de la noche y no habían sabido nada de izuku en todo el día,

Ambos padres estaban preocupados por el paradero de su hijo, Yagi solo se dejó caer en el sillón a lado de inko y dejo escapar un largo suspiro–solo nos queda esperar por noticias, ya llamamos a todos, y tzukauchi, estarán al tanto por si alguien lo ve, solo nos queda esperar– se acercó más a inko, quien lloraba en silencio para poder reconfortará con un abrazo.

Habían llamado a todos sus conocidos, Yagi incluso llamo a un viejo amigo que trabajaba en la estación de policía, quien le dijo que no podían reportarlo como desaparecido aún, pero que estarían atentos por si alguien lo llegaba a ver.

Le daba un poco de consuelo el saber que había más personas buscándolo, pero no estaría tranquilo hasta que alguien le dijera su paradero y poder tenerlo otra vez.

La puerta sonó con insistencia y se levantó casi a tropezones pensando que tal vez era izuku quien había vuelto, más, al abría la puerta solo se encontró con ochako, la amiga de izuku, el la dejo entrar e inko se levantó para poder traer un poco de té.

La chica pido var las expresiones de tristeza y el rastro de lágrimas en los rostros e ambos padres, y un sentimiento de culpa la invadió, se sintió terrible por no haber ido antes, pues ella sabía a dónde había ido su amigo, de echo fue ella quien lo ayudo a escaparse de la escuela, solo por miedo a perder su amistad, pero ahora que lo había pensado bien y reflexionado,  no podía con la culpa, por eso decidió decir la verdad.

Los padres de izuku volvieron un rato después, con te y galletas, parecería un ambiente relajado en otra circunstancia pero no ahora.

–dime ochako que te trae por aquí a estás horas?, ya es muy tarde– pregunto la señora inko

–y-yo..– no sabía que tenía que decir, sabía que tenía que hablar de izuku pero, simplemente no sabía que decir– yo vine por izuku, es que, yo..

–lo sabemos, es preocupante, no saber en dónde está, pero ya verás que volverá, solo hay que tener fé – comento Yagi pensando en que la chica también estaba preocupada

–no, yo.... Yo sé dónde esta- lo dijo tan rapido que los mayores no lograron entenderla,

–que dijiste ochako?– pregunto inko insegura de lo que escucho

–yo se dónde está..– solo esas palabras bastaron para que Yagi se lanzara a tomarla por los hombros

–sime, dime dónde está mi hijo– ordeno Yagi de forma histérica poniendo muy nerviosa a la chica

–s-se fue con k-katzuki

Para el rubio fue como escuchar el nombre del mismísimo Satanás

–ese maldito, sabía que tenía algo que ver en todo esto, cuendo lo encuentre va a desear nunca haber nacido!– Yagi estaba que echaba humo por las orejas y se dirigía hacía l a puerta

–yagi espera adónde vas?!– lo detuvo inko

–a buscar a ese maldito, esto ya no es  una desaparición es un secuestro!

–tienes que tranquilizarte ni siquiera sabemos dónde estan- menciono inko tratando de razonar

–ochako, tu sabes dónde está cierto?, ande cuéntame,¿Dónde están?- pregunto con desesperación ante el silencio de la chica

–si, p-pero por favor c-calmese– pidió nerviosa

Ambos padres se sentaron nuevamente un poco más calmados a la espera de que la menor hablara.

cosas de ser PapaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora