Nameless

Ep5: Amargo

Vegas POV

La segunda semana de vacaciones estaba siendo incluso peor que la primera, Pete me había llevado a dar vueltas en el centro de la ciudad como si fuera un niño al que trataba de agotar lo suficiente para que me fuera a dormir tan pronto llegáramos a casa. Recorrí tiendas que ni siquiera sabía que existían, compramos cosas que no estaba seguro necesitáramos y con las continuas publicaciones de fotos nuestras en internet, un grupo de personas comenzaron a seguirnos a donde sea que íbamos.

Lentamente se convirtió en un martirió siquiera poner un pie fuera del edificio, había celulares apuntándonos por todas partes, buscando pruebas para sus teorías sobre nosotros, desde la falsedad de nuestra relación, hasta muestras de que éramos más que amigos.

El primer hilo en internet fue subido por una persona que nos vio en la librería, tenían fotos nuestras en los pasillos, vídeos de nuestras breves discusiones y una larga explicación sobre como yo me había encargado de cubrir la cuenta sin importarme la cantidad de libros que Pete decidió llevar con él. Ambos bandos sacaron sus propias conclusiones de nuestras interacciones, en unas versiones estábamos enamorados y en otras nos odiábamos profundamente.

Resultaba curioso pensar que ninguno de los dos tenía la razón, al menos no completamente.

―Si estás tan aburrido, puedes pintar conmigo. Tengo todo lo que necesitas en mi habitación. ―musitó mi compañero de encierro mirándome desde su esquina de la sala, tendría que cambiar la alfombra cuando se fuera.

―No me gusta pintar. ―murmuré tirado en el sofá pensando seriamente en ir al gimnasio del edificio al menos una hora, el entrenador no se enteraría mientras nadie me viera ahí.

―Dime que te gustaría hacer y te ayudaré. ―ofreció sin dejar de mezclar colores para su extraño dibujo, lo había visto pintar la misma pieza una y otra vez durante el tiempo que llevábamos juntos, tenía un montón de cuadros secándose en su cuarto con manchas de pintura que no parecían estéticas en absoluto. Él decía que era distintas las unas de las otras, yo creía que estaba mintiéndose a sí mismo.

―Quiero salir sin que haya gente siguiéndome, ir a un buen restaurante de barbacoa, pedir toda la carne que pueda y poder llevar a quién yo quiera, en lugar de tener que arrastrarte conmigo a todas partes por el jodido acuerdo. ―mascullé fulminándolo con la mirada, incluso pelear se había vuelto aburrido.

― ¿Por qué no vas con Macao a comer barbacoa? ―en especial cuando él me respondía como si no le importara que acabara de insultarlo.

―Fue a visitar a su familia, regresará un día antes de volver al trabajo. ―suspiró bajando su pintura y me observó pensativo por lo que se sintió una eternidad.

Estaba diciendo la verdad, Macao fue a visitar a su familia, solo que regresaría mucho antes de lo que dije, en un par de días más estaría de vuelta en la ciudad para arreglar su piso y las maletas antes de volver al trabajo, era la rutina de Macao después de cada viaje.

Podía decirle eso a Pete, pero tendría que explicarle por qué no tenía ganas de ver a mi mejor amigo ahora y como mi cabeza estaba llena de esos comentarios bajo sus fotos, repitiendo que él era una mejor pareja para Pete y que no entendían como podía siquiera dirigirme la palabra.

― ¿Te gusta acampar?

― ¿Qué?

―La razón por la que la gente nos sigue es porque todos los fanáticos de tu deporte se están aglomerando aquí para el inicio del campeonato y mis seguidores saben que hemos estado saliendo al centro. Si nos alejamos de la ciudad podrás salir y despejarte un rato, y si vamos a acampar, puedes nadar o dar una caminata en el bosque, en lugar de invertir toda tu energía en insultarme sin razón.