Ep10: Éxtasis

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Vegas POV

Salir del ring se convirtió en una lucha más complicada que la que acababa de tener, cada persona en la arena estaba decidida a felicitarme, desde los que tenían dinero suficiente para pagarse un sitió exclusivo, aun cuando su conocimiento en el deporte era menos que pobre, hasta los altos mandos de la empresa que nos financiaban, todos estorbándome en mis intenciones de salir de ahí lo antes posible.

―Me encantaría invitarte junto al resto del equipo a cenar para celebrar, será buena publicidad para el equipo y debemos festejar que eres el favorito del año para ir por el campeonato. ―expresó uno de esos hombres cuyo nombre escuché cientos de veces y ahora ni siquiera podía adivinarlo.

―Agradezco la oferta, pero preferiría ir a casa ahora. ―musité tratando de caminar entre la gente para bajarme del maldito cuadrilátero, mi publicista me dio un golpe en las costillas tratando de ser sutil y le miré con pura rabia. No había forma en que fuera a perder tiempo valioso comiendo con más gente insoportable, cuando tenía a Pete esperando por mí en algún lugar del recinto.

―Lo que Vegas quiere decir, es que, estaría encantando de aceptar su oferta. ―le fulminé con la mirada negando y el hombre con ropa que debía valer un año de salario para una persona normal, celebró emocionado llamando la atención de varias personas para que se unieran a nosotros a un restaurante que aseguraba haber rentado desde hacía semanas para la ocasión.

Vanagloriándose de jamás haber dudo de que yo sería el ganador, un jodido hipócrita que meses atrás puso en duda mi permanencia como parte del equipo al que patrocinaba. Ambos sabíamos que si la renta del local se había hecho hacía semanas, como juraba haberlo hecho, era porque estaba apostando a ambos bandos y cualquier resultado tendría un lugar a donde llevar al ganador, solo cambiaba la lista de invitados.

―No voy a ir con ese idiota a ninguna parte. ―amenacé cuando estuvo lo suficientemente lejos y pude girarme a mirar a mi publicista con cara de pocos amigos. ―Me iré a casa tan pronto salga de aquí.

―Este trato estuvo en la cuerda floja durante meses, vas a ir así tenga que arrastrarte yo mismo hasta el restaurante. ―levanté una ceja con una sonrisa burlona.

―Por lo que recuerdo, hay una lista de marcas y patrocinadores que ofrecen incluso más dinero que ese imbécil, esperando a que ganara la primera pelea para firmar conmigo en acuerdos exclusivos. ¿Crees que me interesa alabar a ese idiota? ―farfullé en un tono monótono, tratando de ser lo más discreto que se podía ser en un lugar así, mi publicista bufó apretando las manos en puños. ―Dile que estoy cansado, que debo dormir porque mañana habrá entrevistas o admite que no quise participar de sus tonterías, haz lo que quieras, pero no esperes que este en ese maldito restaurante esta noche.

―Vegas, no puedes actuar como si ya hubieras ganado el campeonato, estuviste a punto de quedar fuera con todo lo que paso el año pasado, debemos...

―Y ahora gane la primera pelea de la temporada, soy el favorito para llevarme el campeonato y tengo una docena de empresas de publicidad buscando representarme, así que haz tu trabajo y sácame de esa puta cita que hiciste, o buscaré a quien lo haga. ―sus ojos se abrieron con sorpresa, nunca había mencionado la posibilidad de dejar la empresa, pero finalmente parecía haber dado en el clavo.

―Bien, me encargaré. ―murmuró aclarándose la garganta antes de apartarse entre todas las personas, evitando mi mirada a toda costa. Suspiré dando un par de saludos más antes de lograr regresar a los vestidores y en cuanto puse un pie dentro me encontré con el único rostro que quería ver desde que tocaron la campana.

― ¡Ganaste! ―sonreí abriendo los brazos para recibirlo levantándole lo suficiente para que su pies no tocaran el piso, mientras sus manos me sostenían dejando besos por todo mi rostro, cerré la puerta con mi cuerpo recargándose en ella para evitar que alguien pudiera abrirla y devolví sus besos desesperado por irnos a casa.

NamelessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora