Roma, Italia.
Lía.
Me siento como una princesa, como Fiona... a punto de ser encerrada en la torre más alta, custodiada por un dragón... Mi vestido es hermoso, mis zapatos son hermosos, mi cabello esta hermoso... Miro mi reflejo en el espejo retrovisor, si... mi maquillaje no luce demasiado bien, las lágrimas han hecho que todo se corra, y no es que este sea malo, es que no he dejado de restregarme un kleenex y mi maquillaje de novia está demasiado difuminado, hacia abajo.
Miro a Benito, el chofer. No es un mal hombre, tiene aproximadamente cincuenta y dos años, y es un hombre de confianza para los Gadini. Por eso no intento escapar... Él me detendría...
Mirando el tráfico pasar, son cerca de las cuatro y media, ya llego tarde.
Me relajo y siento a mi pequeño bebé moverse, tengo tanto miedo por él, tengo tres meses de embarazo, lo cual aclara mis dudas... Él bebe es de Stefano, me informe muy bien y las pruebas a veces fallan, y al parecer las predicciones de Stef también.
Miro por la ventana y no creo lo que veo, Stefano despidiendo a Karla en un taxi, mi corazón vuelve a romperse, acaricio mi vientre y pienso ''mira cariño, tu papi, o el que podría haber sido, porque ahora estaremos solos tu y yo...''.
Cuando el taxi de Karla desaparece, Stefano borra su sonrisa y se tapa la cara, después de un suspiro, se arregla la ropa y empieza a caminar. Antes de saber lo que está pasando, salgo del auto y corro tras él. Malditas hormonas.
Cuando llego hasta donde está el, estoy tan agitada y se gira extrañado cuando lo toco.
- ¿Julia?- me dice, y su rostro muestra demasiadas emociones como para darme una pista de cómo debo actuar.
- Hola.- Es lo único que se me ocurre.
- ¿Qué quieres?- me mira de arriba abajo, mi vestido.
- Nada, yo...- estoy confundida, ahora no está todo tan claro como hace cinco segundos.
- ¿Te vas a casar?- hace una pausa y como no respondo sigue.- No sé porque lo pregunto, incluso me enviaron una invitación, solo que jamás pensé que lo harías.
- No me conoces....- digo apenas en un susurro.
- Creía que al menos lo había llegado a hacer o podríamos conseguirlo, en su día fui tan estúpido para creerlo.- me escupe su odio.
- ¿Ah sí?, y cuando dejaste de creerlo Stef, ¿cuándo volvió Karla?, o no, mejor aún, cuando te diste cuenta de que la conocía y aun así la fuiste a buscar. ¡O espera! Mi preferida. Cuando decidiste volver con ella.
Mis palabras lo hieren, pero no me importa, jamás me buscó. Jamás hizo nada por saber cómo estaba y pasé tantas cosas y él solo desapareció de mi vida.
- No Julia.- sonríe irónico.- Cuando murió mi hermana. Cuando por tú culpa, él no estaba en su casa. Cuando no estabas calentando su cama, sino la mía.
Todo eso es más de lo que puedo oír y empiezo a llorar, otra vez, mis lágrimas solo caen. Ni un sollozo, ni un suspiro, solo caen, caen y siguen cayendo...
Stefano me mira con el ceño fruncido, su rostro lleno de tanto dolor, jamás pensé que él me culpaba de todo, ahora si entiendo porque no me buscó y se fue sin mirar atrás. Después de todo, yo maté a Diana.
- Eso es tan cruel e injusto.- digo mirándolo altiva.- Eres la persona más cruel que jamás he conocido y me arrepiento de casi todo lo que has traído a mi vida.
- ¿Y qué no lamentas Julia? ¿Los orgasmos?
- Oh claro.- digo secándome las lágrimas llena de orgullo.- Ni que lo hicieras tan bien.- me giro para volver al auto y me sujeta el brazo, solo es necesario eso para que sienta todo mi cuerpo arder, sigue haciéndome sentir absolutamente todo, con solo rozarme.
- Creo que tenemos diferentes puntos de vista sobre eso, quizás tú te recuerdes bostezando. Yo te recuerdo gimiendo y retorciéndote de placer.- su agarre se hace más fuerte y me pega a su pecho, lo miro con la boca abierta y los ojos llenos de lágrimas.- Tú quizás te recuerdas pensando en la lista de la compra. Yo te recuerdo gritando mi nombre y pidiéndome que te de más fuerte, ¿En la ducha? Dime que no fue para tanto.- Sus labios se acercan a los míos y no siento absolutamente nada y completamente todo. Todo lo que siento es a él. Cuando voy a decir que no fue para tanto, roza mis labios con los suyos.- Porque no hay día que yo no recuerde todo lo que fue para mí.- Su aliento en mi boca es ambrosía, pero recuerdo todo lo referente a Marco. Entonces me vengo abajo, me separo de él y lo miro confundida. ¿Él también se sigue sintiendo atraído por mí? Si alguien nos ve, Marco me matará. No puedo arriesgarme a que le pasa nada a mi hijo, así que me doy media vuelta y empiezo a correr. Maldita sea, no veo el auto de Benito, no me queda otra opción que coger un taxi.
Me subo deprisa y me dirijo hacia mi boda, teniendo más claro que nunca que debo demostrarles a los Gadini que amo a Bruno, porque si tienen en cuenta lo que acaba de pasar, habrá más de un muerto. Y mi hijo no será uno de ellos. Aunque deba renunciar a mi felicidad.
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Siento la demora, pero algo es algo! comentarios y votitos por favor <3 para saber que tal os pareció este capitulo :D
Care.
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Durará tanto como lo cuides y lo cuidarás tanto como lo quieras.
RandomÉl no era el hombre perfecto. Aunque lo parecía. Ella no era la chica perfecta, y a su lado, se notaba aún más. Tenía celulitis en las piernas, su cabello no se veía bien a menos que lo alisara. Ella amaba comer, y él hacerlo para ella. Encajaban de...