𝙊𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙤𝙨 - 𝔍𝔞𝔰𝔬𝔫 𝔊𝔯𝔞𝔠𝔢

02• Soy un gato y reconstrullo mi amistad con Leo

El gato murió sabiendo . El gato murió sabiendo . El gato murió sabiendo.

¿Pero yo era un gato?

Me dirijo hacia el entrenador , ¿realmente el me dará respuestas? No lo se .
Pero no pierdo nada intentando.

—Eh , entrenador

—¿Qué pasó, niño? —preguntó el hombre analizándolo hasta los huesos.

—Usted sabe al.... —el entrenador le agarro del brazo y  detuvo su caminata.

—¿Quién eres y qué haces aquí? —preguntó de una forma brusca , pero en un tono bajo , intentando que nadie se de cuenta.

—Ehhh no lo se —dijo nerviosamente el pelinegro mirando el brazo que lo sostenía.

—¿Porque esta forma? —preguntó apretando su agarre — De todas las apariencias que pudieras tener te apareces como el mini Poseidón. ¿Qué es lo que pretendes?

—Señor... realmente no se de que está hablando —se defendió Matt— No recuerdo nada , yo....

—¿Eres él real? Osea¿ el Real Jackson?

—Ehhh , creo que si , no lo sé —suspiró jugando con una lapicera que tenia en el bolsillo y Hedge le soltó el brazo— No recuerdo nada.

—Deberías estar muerto .

Y esa fue la única respuesta que pudo obtener del entrenador , si , luego de una leve amenaza y una advertencia de que no lo perdería de vista .

Obtuvo más dudas que respuestas y lo inquietaba de sobremanera.

Pero caí parado , era lo bueno. Después de todo yo si soy el gato.

Con una mueca en su rostro , se acercó a Leo y Jason , pero quedándose unos pasos atrás de los mismos.

Llegaron al otro extremo de la sala de exposiciones, donde había unas grandes puertas de cristal que daban a una terraza.

-Está bien, yogurines -anunció el entrenador Hedge-. Vais a ver el Gran Cañón. Procurad no romperlo. La plataforma puede soportar el peso de setenta aviones, así que unos pesos pluma como vosotros no deberíais correr ningún peligro. Si es posible, procurad no empujaros por encima del borde, porque eso me acarrearía papeleo extra.

Que amable

El entrenador abrió las puertas y todos salieron. El Gran Cañón se extendía ante ellos, vivo y en persona. Por encima del borde se alargaba una plataforma con forma de herradura hecha de cristal, de manera que se podía ver a través de ella.

-Tío -dijo Leo-. Cómo mola.

Matt no podía  estar más de acuerdo.
A pesar de todo , el sitio era impresionante .

El cañón era más grande y más ancho de lo que se apreciaba en una fotografía. Estaban a tanta altura que los pájaros daban vueltas por debajo de sus pies. Un kilómetro y medio más abajo, un río serpenteaba por el suelo del cañón. Mientras habían estado dentro, unos grupos de nubarrones se habían movido en lo alto, proyectando sombras como caras furiosas sobre los riscos.

El desierto se hallaba atravesado por barrancos rojos y grises, como si un dios loco lo hubiera cortado con un cuchillo.

A Matt le dolio su entreceja . Dioses locos... ¿De dónde había sacado esa idea?Los dioses no existían , solo eran algo que la humanidad creo en busca de contención y para evitar la incertidumbre .