Camila, Camila, Camila.
Era lo único que escuchaba decir. "Tengo una amiga, Camila, que tiene...", "Y mi amiga Camila..."
Harta estaba de escuchar ese nombre. No podía, los celos me comían viva, y si el seguía nombrándola iba a terminar en la demencia.
Ahora nos encontrábamos en una reunión de amigos, de la cual eran parte algunos actores que estaban participando del rodaje en "La sociedad de la nieve", entre ellos Enzo.
Una voz chillona me sacó de mis pensamientos.
-¡Hola chicos! ¿Cómo están?-dijo Camila, en un tono demasiado alegre.
La mayoría respondió amablemente, cosa que yo no hice. De un momento a otro, Camila estaba sentada al lado de Enzo, dandole un gran abrazo.
Yo estaba sentada justo enfrente de el, entre Juani y Blas. Ellos me conocían porque además de ser actriz, también me encargaba del maquillaje en algunas películas, por lo que unas cuantas veces tuve que maquillarlos.
-Se te va a explotar la vena del cuello si los seguís mirando así.-murmuró Blas en mi oído.
-Si, creo que es mejor que mires otra cosa.- Susurró Juani.
Cerré mis ojos, asintiendo. Tenían razón, no podía ser así con el, no había nada entre nosotros. No había términos ni condiciones.
-Voy a salir un ratito afuera.-les avisé.
En cuanto me levanté de la silla, mi mirada se cruzó con la de Enzo. Parecía confuso mientras que Camila no paraba de hablarle.
-En un segundo vuelvo.
Todos asintieron y dejaron que me fuera. Al abrir la puerta una fuerte ráfaga de viento frío choco con mi rostro.
Las lágrimas estaban a nada de salir expulsadas de mis ojos, no quería eso. No quería sentirme insegura, no quería compararme con ella. Pero Camila era rubia, tenia un par de años más que yo, un gran cuerpo y seguramente era mucho más madura que yo.
La puerta se abrió bruscamente y ví a Enzo salir por ella. Se acercó hacia mí sin dudarlo y sostuvo mi cara con sus manos.
-¿Qué pasa?-me pregunto dulcemente.
-Nada, necesitaba tomar un poco de aire.
Suspiró y me miró serio a los ojos.
-Sos la peor mentirosa que conozco. Cada vez que mentís, tenés la necesidad de morder la parte interna de tu cachete.-dijo describiendo lo que acababa de hacer hace unos segundos.
-Mentira. -dije mordiendo mi cachete inconscientemente.
- Ahí esta, eso es.-dijo orgulloso.- Dale decime que te pasa, no me voy a ir hasta que me digas.
Odiaba que Enzo sea tan detallista, sabia cosas de mi que nadie jamás había notado.
-Bueno me voy yo y vos quédate acá.-le dije seria.
Soltó una leve risa.
-Lara...
-¿Qué?-pregunte enojada.
-¿No estarás enojada por....?
Me alejé de el, no quería tener esta conversación. No quería sentirme vulnerable frente a él. ¿Por qué venia a consolarme sabiendo claramente la razón de mi enojo?
-Es una amiga, ya te lo di-
-Si, una amiga. Una amiga que cada vez que puede se acerca mucho más de lo normal, que te abraza todo el tiempo, te pide tus buzos. Esa amiga es, ¿No?-sentí como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.
-No, Lara. No entendes...
-¿Qué no entiendo? ¿No entiendo que te tiene ganas? ¿ O no entiendo que capaz vos también y por eso haces todo esto? Por una vez en tu vida, se sincero, Enzo. Con vos, y conmigo. ¿Te gust-
-¿De verdad crees que soy ese tipo de persona? ¿Ese tipo que solo usa a la gente? ¿Crees que todo este tiempo te usé a vos?
No respondí, odiaba esa habilidad que el tenía para leerme tan fácilmente. Odiaba que aunque no éramos nada oficial, el me hacia sentir que si. Detestaba ponerlo en duda sabiendo todos los momentos que habíamos vivido juntos. Odiaba esto.
Cerré mis ojos, provocando que una lágrima caiga por mi cara. Cansada, me apoyé sobre una pared.
-Te amo.-dijo sin más.- Te amo tanto, que no hay mujer que se me pare al lado, siempre te voy a mirar a vos. Desde mis ojos, sos la mujer más hermosa que conocí, el amor de mi vida.
Otra lágrima involuntaria corría por mi cara. Sus manos me sujetaron y unio nuestros labios en un dulce beso. Enzo tenía esa capacidad de hacerme olvidar de todo, su olor me embriagaba. Su manera de ser era tan única, que me hacia amarlo más de lo que alguna vez pensé que se podía.
-Te amo.-respondí.- Te amo, y cada vez que te miro a los ojos veo ese brillo hermoso que me hace no querer dejar de verlos nunca.
El me sonrió con ternura, sabia lo que me costaba abrirme sentimentalmente. Tiré de él para juntar nuestros labios en un lujurioso beso.
-Mm, tenés los labios fríos.-susurró.-¿Querés mi abrigo?
Asentí sin dudarlo, aunque ya íbamos a entrar queria su buzo. Claramente me iba bastante grande, y al darse cuenta de eso, Enzo soltó una carcajada.
-Te queda hermoso, bebé.
Le sonreí y le di otro beso.
-Volvamos.
Antes de poder abrir la puerta, el me agarro la mano. Me sorprendió el gesto, ya que no le gustaba ser muy afectivo en público. Pero obviamente no me quejé.
...
No se olviden de votar y ademass si quieren que escriba sobre alguna situación en específico pueden escribirme por md🤍

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Enzo Vogrincic| One shots
Fiksi PenggemarHistorias independientes y ficticias que involucran a Enzo Vogrincic. Todo es ficción, mi intención no es incomodar a nadie, simplemente espero que disfruten de lo que escribo. -Lenguaje argentino y violento en ocasiones.