-Perspectiva de Luciano-
Me quedé toda la noche esperándola.
No llegaba.
La silla vacía y el ambiente aún más.
Me pareció raro, ya que nunca había renunciado, o por lo menos sin antes avisarme, a un plan nuestro.
Pensé en llamarla, porque a lo mejor tuvo algún percance, pero no, ya que de ser así me hubiese notificado de alguna forma, lo sé.
Así que opté solo por dejarle un mensaje de texto, ya que era tarde y presentía que ya no vendría.
Lp- Sole, te estuve esperando, ¿pasó algo?
Me fui del bar, pero espero que si pasó algo me llames sin dudarlo.
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Me desperté a la mañana siguiente, con un notable dolor de cabeza y un poco de malestar.
Tomé impulso con mis manos y me senté en la cama notando un papel al lado mío.
Me froté los ojos y agarré lo que parecía ser una nota.
"Gracias por este regalo, y por aceptar mis disculpas, espero que nos volvamos a ver pronto.
Con amor, Jere."
Leí y al final caí en cuenta de lo que había hecho.
Me sentía terrible, terriblemente mal.
No podía creer que realmente lo había hecho.
Que había traspasado todos los límites y bajado todas las barreras.
Sentía, que había traicionado, mucho.
A Luciano, que hace un día prácticamente, nos estábamos jurando luchar por lo que sentíamos. Y a mi, porque me había jurado olvidarlo, dejar atrás todo lo que alguna vez me hizo mal, y por fin mirar hacia el futuro.
Me molesté mucho.
Esto no podía volver a pasar.
Y definitivamente se tenía que aclarar lo antes posible.
Entonces me levanté decidida a hablar ese mismo día con Jeremías, así por fin darle un cierre a esa etapa y poder empezar algo serio con Luciano.
Pegué un salto de la cama, tomé una ducha que me terminó de aclarar las ideas, me cambié, tomé la nota, la guardé en el bolsillo y bajé hacia el comedor dispuesta a llamarlo para vernos esa misma mañana.
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-Llaman a la puerta-
- Voy!
Me dirigí hacia la puerta, la verdad es que no esperaba ninguna visita.
Lp: Hola
- AY NO, AY NO, AY NO, por favor, te pido, mirá, me arrodillo si querés...
Lp: jajaja qué haces tonta, levántate jajaja.
- de verdad, te pido, mil mil mil disculpas.
Y cuando lo vi, se me vino a la mente que, me había olvidado completamente de que dejé plantado a Lu.
Si antes me sentía mal, ahora me sentía peor, más todavía recordando el porqué de mi ausencia a esa cena.
Lp: ya está, sólo vine porque no me contestaste el mensaje que te dejé ayer, y me quedé preocupado, realmente no pensaba en venir, no quería molestarse ni parecer pesado, pero necesitaba verte y que estés bien, en fin, disculpá...
- ay pero, cómo es esto? Yo te dejo plantado y el que me pide disculpas sos vos? Por Dios no, no podes ser más bueno, ahora me siento el doble de mal...
En ese mismo instante supe que tenía que inventarme alguna excusa, en lo posible creíble, que me ayude a salir del pozo en el que me había metido ayer en la noche.
Odiaba mentir, pero necesitaba acudir a esa herramienta porque era peor decir la verdad y hacerlo sentir demasiado mal.
Lp: bueno, vamos a hacer una cosa, te perdono si me aceptas un desayuno.
- ah, ahora?
