La alianza del cóndor

Capitulo 2

-15 de Febrero, 1879, región desconocida denominada como región especial X, 0600 hrs.

El ejército del cóndor penetró en lo profundo de la fosa descendiendo durante 12 hrs de inagotable marcha a través de enormes cavernas y por pasillos tan oscuros que los soldados no eran capaces de ver más allá de sus narices de no ser por las lámparas y antorchas que encendían. Situación que era aún más angustiante por el constante miedo a ser emboscados.

El primer embate del ejército tenía como misión asegurar una posición defensiva en territorio enemigo y mapear el camino para el resto de tropas, a pesar de que la marcha fue silenciosa gran parte del camino, hubieron uno que otros enfrentamientos contra rezagados del invasor o bestias que aparentemente habitaban la caverna, la falta de enfrentamiento hacia pensar a los oficiales que el invasor no esperaba que su ataque fallara, pues no habían puestos de defensa o de suministros aunque tampoco se atrevían a especular mucho más sobre unas bestias que apenas conocían.

Muchos creyeron que la larga marcha los llevaría directo al infierno por lo que la marcha se mantuvo principalmente por las plegarias de los capellanes que alentaban el alma de los soldados.

-¡Ya no luchamos por las mezquinas ambiciones de nuestras naciones, Cristo nuestro señor nos ha elegido para ser sus campeones y así como a inicios de siglo expulsamos al español invasor, hoy expulsaremos a los demonios!-

El Capellán del regimiento de copiapó, Sergio Inostroza, era uno de los que más fuerte se escuchaba, sus discursos de unidad y lealtad a la alianza habían renovado el espíritu de los soldados haciendo más fácil el trabajo de los comisarios pero asustando a los oficiales que aún mantenían la idea de que la alianza era temporal y tarde o temprano los 3 países se verían enfrentados.

-¡Y así como el cóndor surca los altos picos de los andes, nosotros atravesaremos el infierno para llevar la divina justicia de nuestro señor a esos demonios que mancharon el desierto, obra majestuosa del señor nuestro dios, con la sangre de sus hijos!-

-he, Chileno!- Manuel de la Cruz, Capitán Peruano susurró por debajo del discurso del capellán llamando la atención del Capitán Chileno Carlos Rodríguez -Desde cuando tú Capellán se volvió tan devoto de esta alianza? ambos sabemos que esto no durará-

Carlos miró con recelo a Manual, la rivalidad entre Chilenos y Peruanos era palpable desde la guerra de la confederación Perú-Boliviana y su intento de reconstruir el imperio inca o al menos esa era la idea de los Chilenos.

-Ni puta idea, pero si eso hace que los cabros estén tranquilos mucho mejor pa' nosotros, lo que me preocupa son los comisarios-

Carlos miró por sobre el hombro de Manuel enfocando la vista en uno de los comisarios que con mucho esmero intentaba tomar nota del camino y la actitud de las tropas en su libreta con la escasa luz que tenían.

-ambos somos soldados, Manuel, estarás de acuerdo cuando digo que los civiles no deberían meterse en los asuntos de los militares-

Manuel volteo la vista y encontró al comisario cabalgando cerca suyo, los comisarios habían sido asignados por los senadores para representar la voz de la alianza en el mando militar "sus órdenes deben tomarlas como si vinieran del mismo senado" en su mayoría los comisarios eran jueces o fiscales integrados al ejército para supervisar los regimientos, sin duda eran personas muy versadas en las leyes pero que poco o nada podían aportar en un escenario de combate real, Manuel sabía, y era obvio que su par Chileno también, que los comisarios estaban solo para asegurarse que las tropas no tomarán las armas contra los gobiernos.

-Tenemos más enemigos entre nuestras filas que en el infierno- agregó Manuel con un tono amargo.

2 horas más tarde todo el primer ejército notó como la inclinación del camino se elevaba, de un momento a otro comenzaron a ascender por el camino hasta finalmente ver luz al final del túnel.