En una semana ya estaba establecida en mi nuevo apartamento, tenía mi cupo en la universidad de Boston, había comprado lo necesario para las clases y los libros que me indicaron. En la cafetería, Dulce María me dijo que solo fuera los fines de semana en la tarde, para que no perdiera el hilo de mis estudios, al principio me había dicho que ya no trabajase pero, lo cierto es que no queria dejar de hacerlo, ya era una rutina para mi, ademas me encantaba pasar tiempo con ella y Anna. Mis padres se emocionaron por mi, solo que están un poco incrédulos con la procedencia del dinero. No he sabido nada de Joham desde ese día en el club. Supongo que es mejor que las cosas sean de esa forma, si es como él dice, y es peligroso, la distancia es lo mejor. Me decepciona un poco llegar a esa conclusión, pues Joham me parece un chico lindo, y me agrada. Sin embargo, la seguridad es lo primero. Y el moretón que me hicieron los rusos en la mejilla casi ha desaparecido, y la nariz ya no la tengo hinchada. Si embargo, mi tobillo está un poco lastimado, el doctor me dijo que no lo forzara con caminatas de larga distancia, por lo que camino con un poco de dificultad.
-¿En que le puedo ayudar?- pregunté a una chica de cabello rojizo, que estaba mirando un tocador rosa melocotón. Dulce Maria hace unos días decidió abrir un pequeño espacio en la cafetería para promocionar prendas de ropa diseñadas por ella. Por el momento se han vendido un par de artículos pero es mejor que nada.
Ella me miró y se sonrojó. Aww. Es tierna.
-Me gustaría comprarlo- dijo mirándome por intervalos de tiempo.
-Pruébalo eres una chica hermosa , y si te gusta como se te ve, pues lo compras- le indiqué encogiéndome de hombros.
-Tienes razón- lo tomó y fue a uno de los grandes espejos y se miró en el.
La manera en la que se miraba me parecía linda. Era como si no creyese que fuese una chica hermosa. Parece modelo, su cuerpo es delgado pero con curvas. Su rostro es de rasgos delicados y me es un poco familiar. Se acercó de nuevo a donde estaba el tocador puesto y lo devolvió a su sitio, la miré con el ceño fruncido.-Es muy lindo pero, no se ve bien en mí- negué resoplando.
-Se te ve precioso.
Rió.
-No importa, creo que compraré mejor la Pashmina- asentí con pesar.
-Te habrías visto hermosa- murmuré por lo bajo.
Seleccionó la Pashmina que le gustó y la compró. Acto seguido se la empaqueté y se marchó con su compra.
Tiene el autoestima baja, necesita alguien que la ayude con eso.
El resto de la mañana trascurrió con mucho atareo. La tienda estaba llena de gente. Al llegar el medio día, estaba en mi nuevo apartamento haciendo la comida para irme a la universidad. Hoy tengo que entregar un ensayo de opciones de Marketing digital. Se suponía que era en pareja pero, todos tenían la suya y, pues me toco hacerlo sola.Tocan la puerta, me limpio las manos con el trapo de cocina y voy a abrir. Y a quien me encuentro del otro lado me deja patidifusa.
-Hola- me saludó.
Es la chica de la tienda.
-Hola.
-Disculpa si te sorprende mi presencia-comenzó a decir, se retorcía las manos- es que me caíste bien, y te investigué.
Otra mas que me investiga. Agradezco no tener ningún expediente abierto ni nada por el estilo. Tampoco soy mala conducta. Si ni siquiera mato una mosca, le tengo pavor a los insectos, veo uno y ya estoy trepando paredes.
-¿Me investigaste?- asintió mientras se sonrojaba- ¿y que encontraste?.
-No creo que quieras saber- hizo una mueca, dándome a entender que era algo serio-pero, no tienes porque preocuparte.
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Pull Me From Hell
RomanceMichelle luego de haber dejado su vida para cumplir sus sueños y metas, tratando de mantenerse alejada de la vida turbia de su hermano, se muda a Boston. Joham Galahad es todo lo contrario a lo que su familia espera. No quiere tomar el cargo de su h...