CAP 10:Celice

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Ha pasado media hora desde que me duche y cambie de ropa. La sangre de aquel hombre había caído en mi rostro. La hermana pequeña de Joham, Jazmín, intentó limpiarla pero, el olor se impregnó en mi piel. Aún estoy un poco conmocionada con lo que sucedió al salir del restaurant, mi mente no logra asimilar que Joham lo haya asesinado tan fríamente.  No tembló.  Lo hizo como si estuviese lanzando una pelota de Béisbol.

 Como algo normal.

No entiendo como un chico con un Doctorado y, según Kosman, un historial de vidas salvadas sea un asesino a sangre fría. Es simplemente algo inaudito. Tengo una lucha interna, no creo que pueda dormir por las noches sabiendo lo que es, creyendo que en cualquier momento cambiará de parecer y me asesinará él mismo y entregará mi cabeza al Sokonovich para asi, quedar libre de cualquier vínculo conmigo.

Supongo que este momento se trata de fe, de tener toda la confianza puesta en él, de tener la seguridad de que, como me susurró al oído hace una hora, siempre me protegerá, aunque me este costando lo mío no echar a correr a mi país y llorar en los brazos de mis padres. Éste es uno de esos instantes en donde los necesito aquí conmigo. Todo esto se está tornando asfixiante y el peso que cargo en mi espalda en cualquier momento me puede derrengar. Si no logró dejar mi miedo a un lado, como dicen en mi pueblo, "Me quedaré sin el chivo Y, sin el mecate". Que es básicamente que, si no confío en Joham y vuelvo a mis tierras, el haberme casado no habrá servido de nada y a la final me asesinara y les causaré un daño colateral a mis progenitores.  Y es lo que no quiero.

Al salir del baño no pude mirarlo a la cara, por lo que le pedí que me dejara sola a pesar de que me picaba la lengua por desplegar mi torrente de preguntas y cuestionamientos.  Lo cierto es que le temo pero, aunque suene contradictorio,(como todos mis pensamientos), hay algo en mi interior que me lleva a querer estar cerca de él.  Se lo atribuyo a la atracción casi magnética que sucede entre los dos, algo que obviamente me he obligado a ignorar. Por ello cuando me tocó antes de que me adentrara al baño me aparté de su toque de manera brusca.

***

-Disculpa- dije a un chico con uniforme de enfermero, éste se giró- ¿podrias decirme donde está el Doctor Joham Galahad?.

-Em... pues.

-Garret, a mi consultorio ahora- dijo una voz femenina a mi espalda, su timbre es nasal, me giré.

Una rubia despampanante con un vestido rojo cereza debajo de la bata blanca esta frente a nosotros. Sus pechos sobresalian del escote recto, es delgada y muy bonita. Labios voluptuosos, ojos azules bordados por unas pestañas espesas.

Sin duda es hermosa.

El chico se irguió y se posicionó junto a ella.

La rubia me observa detenidamente de pies a cabeza, me miró como su fuese mal vestida, repase mentalmente mi vestuario;

Falda tubo color crema, blusa de seda rosa, chaqueta de punto blanca y tacones de ante blancos. Estoy bien.

Reacatadita

No como ella, el vestido le llega por lo menos dos dedos debajo de los glúteos, el escote deja a la vista el valle de sus pechos, el vestido se ve incomodamente ajustado.

Me recuerda a lo que usualmente usaba en el club.

-¿Ésta quien es?- soltó despectivamente - ¿otra de tus amigas becarias?- me señaló de forma grosera.

Sonreí.

-Mucho gusto, Michell Bastidas- le tendí la mano - la esposa de Joham- ella enarco una ceja ante mi presentación .

-¿Esposa de Joham?.

-Si.

-No creo.

-Ve y pregúntale.

-Eso haré, vamos a su consultorio, tengo que notificarle que una niñita esta diciendo ser su esposa- me tomó del brazo bruscamente.

Por un momento quise tomarla por sus extensiones y batirla contra el suelo pero, me contuve. Ella misma se estrellará ante la clara afirmacion que le dará Joham.

Me llevó a el consultorio del Galahad dando zancadas, a cada paso que daba apretaba mas su agarre en mi brazo haciendome daño. Al llegar frente a la puerta me soltó, se acomodó los senos, se alizó el trozo de tela sobre su cuerpo, arregló su cabello y tocó.

-Adelante- dijo Joham del otro lado y pasamos. Mi esposo esta concentrado mirando unos papeles en su escritorio.

-Hany- Joham se tensó, un poco raro aquello, y que diminitivo es ese.

-¿Que le ofrece Doctora Cuarón?- le oí decir sin alzar la vista hacia nosotras.

-Hay una niña diciendo patrañas.

-¿Cómo cuales?- su voz es distante.

-Dijo ser tu esposa- resopló burlona- mirala.

Él alzó la vista, enarcó una ceja y me miro divertido.

-Hola, cariño- le dije, ella me miró de súbito, solté su agarre, rodee el escritorio, Joham recostó su espalda al respaldo de la silla, al llegar junto a él me sente sobre sus piernas, él alzó las cejas aun divertido.

-¿Que esta pasando?- formuló incrédula.

-Te presento a mi esposa- ella bufó perpleja colocando sus manos en las caderas.

-¿No fue lo que te dije?- rodee a Joham con los brazos por sus hombros y lo besé en la mejilla- Soy su esposa- enfaticé cada sílaba acariciando su labio inferior, él posó su mirada en mis movimientos con evidente enojo y, se irguió. Es la segunda vez que reacciona asi, no se por que no le gusta que lo toque si hasta hace poco me preguntó si me dejaria besar.

-¿Esta niña es tu esposa?

-Lo és.

-Hany no...

-Puedes retirarte- le dije acunando el rostro de Joham entre mis manos.

-No eres quien para...

-¿Tienes algún problema auditivo?- señalé mis oidos- Quiero estar a solas con mi esposo, tenia planeado quitarle el estres pero, estas interrumpiendo - le guiñé un ojo a Joham y, éste, se sonrojó rodeandome la cintura con sus brazos, me estremecí y él lo notó, lo supe por la pequeña sonrisa que esta tirando de la comisura de sus labios.

Ella me observaba en silencio.

-Dejanos a solas- le dijo él, ella no se movió- Celice, por favor.

Asintió y Joham le señaló la puerta, se giró y se marchó.

Cuando la puerta se cerró tras su salida, fue como si las piernas de Johan tuvieran un resorte, me levanté de golpe. La ausencia de su toque me dejó un vacío.

-Esa mujer me cae mal- espeté con la mirada puesta en la lampara sobre el escritorio.

-Es comprensible,  pero no te dejes llevar por la primera impresión, es muy eficiente y en ocasiones suele ser agradable- me informó,

Al oir salir de su voca <Eficiente> y <Agradable > sentí una puya de celos en mi interior. ¿Celos?, no, no.

-Para mi las primeras impresiones  son importantes, y con la que me ha dado me basta. No necesito mas para saber que lo de agradable es solo contigo.

-¿Que te hace pensar eso?- enarcó una ceja.

-Por todo el camino venia arreglandose los pechos, sin omitir que le ladró a todo el que se le cruzó en el camino- me crucé de brazos, al hacerlo sentí una punzada de dolor en el brazo donde ella tenía sus garras, revisé la zona levantando un poco la chaqueta  de punto, y pude ver las medias lunas de sus uñas marcadas en mi brazo junto a sus dedos - Esto me dejará un cardenal.

-¿Puedo ver?- hizo el amago de levantarse.

-No- dije y sali de su consultorio echando humo.

***

Holaaa, disculpen la tardanza y lo corto del capítulo.

Bye.

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⏰ Última actualización: Apr 19 ⏰

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