Pull Me From Hell

CAP 08: Nikolay Sokonovich.

Al final del día me fui a la casa de Joham, no se porque motivó me hizo ir. Luego de que terminó de atender a la señora Claire surgió una emergencia y no me atendió. Debo admitir que quería verlo de nuevo, es decir, estamos casados por lo menos deberíamos llevarnos bien del todo. No es que el caso sea lo contrario pero, la convivencia sería más llevadera. Aunque por otro lado se que no debería de querer involucrarme más de lo necesario con él pero, es que... ¡ahh! Nisiquiera se lo que en realidad quiero, todo esta siendo tan confuso.

Han pasado dos días desde que estuve en el hospital, hoy iremos a un restaurante gourmet al centro de Boston, dijo que me presentaría a alguien importante para él. Me alegra poder salir de este encierro pero, soy consciente de que es peligroso, al menos eso me hizo entender Kosman.  Luego de echarme la bronca por haber salido corriendo de esa manera. El haberme separado de ellos pudo terminar conmigo en un ataúd sin vida. De sólo recordarlo me entra un escalofrío.

Reezee me ayudó a elegir un vestido rosa quemado de tirantes finos, me llega cuatro dedos por encima de la rodilla, encima de esta se encuentra una tela transparente con adornos del mismo color. La prenda en si es muy bonita y delicada. Tan yo. Me agrada poder vestirme  de acuerdo a mi personalidad.

En los pies unos tacones de punta blancos que se amarran en el tobillo. El cabello me lo recogí en una coleta de caballo, de maquillaje opté por máscaras de pestañas, definir un poco más mis cejas con sombra, delineado gatuno, rubor y un gloss rosa melocotón.  Sencillo.

Estoy un poco nerviosa, es la primera vez que saldré con Joham. Al parecer esto es como un pequeño abre bocas antes de la ceremonia que se llevará a cabo en menos de 72 horas. Sus empleados se hicieron cargo de los demás preparativos en los que yo no quise intervenir. Se me hacia tan antagónico.

-Señorita Michelle- llamo Reezee del otro lado de la puerta- el señor la espera.

Tomé una bocanada de aire y salí de la habitación. Reezee me miró de pies a cabeza y una sonrisa genuina se plasmó en su rostro llevado por los años.

-De acuerdo.

Le sonreí y procedí a bajar las escaleras con el corazón golpeando mi pecho de manera errática. 

Al llegar al pie de la escalera y ojear a la puerta de la entrada, de espaldas estaba Joham. Lleva un impecable traje azul marino a la medida, la manera en la que la chaqueta y los pantalones de vestir se ajustan a su cuerpo fibroso hace que partes muy íntimas palpiten de forma dolorosa. Dios, no pensé que un hombre en traje me pusiera tanto como lo esta haciendo él .

Al darse cuenta de mi mirada escrutadora giro sobre su propio eje y escaneo mi cuerpo de pies a cabeza. Un destello de lujuria cruzó sus facciones, apretó su mandíbula y sonrió con su mirada, se humedeció los labios y una sonrisa pícara tiro de la comisura derecha de su boca. Sólo ese gesto me debilitó las piernas volviendolas de gelatina. No se porque estoy tan repentinamente sensible hoy, se lo atribuiré a que estoy ovulando.  Si, eso.

Con un movimiento de cabeza señaló la puerta y salió dejándome resagada.  Tomé una bocanada de aire y ordene a mis piernas que se movieran.

***

El trayecto en auto fue muy intenso, el ambiente se sentía super cargado. Joham se mantuvo hablando por teléfono y yo mirando por la ventana tratando de ignorar su mano, que estaba entre los dos, rozando de manera fugas la tela del vestido. Cuando bajamos me tomo de la mano enviando escalofríos a todo mi cuerpo.

-Sonrié- murmuró por lo bajo.

Lo miré frunciendo el ceño, él alzó una ceja y acercó su rostro al mío. Contuve la respiración, su mirada se posó en mis labios, tragué con dificultad cuando el matiz turquesa de sus orbes se oscureció.