INOCENTE E ÍNTIMO

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11 de Agosto, 2023

Abrí los ojos, esperando encontrarme con Charles dormido a un lado mío pero no fue así, se había ido.

Me levanté de la cama, abrí las cortinas y toda la luz de la mañana iluminó la habitación. Abrí la puerta del baño, me lavé los dientes y la cara. Me dirigí al clóset y lo abrí, mirando toda la ropa que había traído. Escogí unos shorts morados, un top negro de manga larga y unos tenis negros.

Bajé a la planta baja, camino a la cocina. Me serví un vaso con agua y lo tomé. Miré mi reloj, 9 de la mañana y ninguno de los chicos estaba despierto. Salí de la casa y empecé a correr. De la casa me fui a la playa y corrí en línea recta. Cuando mi reloj marcó 1 kilómetro y medio, decidí regresar para completar 3 kilómetros. Me hice alrededor de 1 hora con 15 minutos y regresé a la casa, entrando por la alberca. Lando y Carlos se encontraban en la alberca sobre unos flotadores y con cerveza en mano. Los saludé y ambos se voltearon a ver.

-Te van a matar. -dijo Lando bebiendo de su cerveza.

-¿Cómo que me van a matar?

-Entra a la casa y descúbrelo, nosotros le dijimos que se tranquilizara pero no quiso escuchar. -asentí, los miré con confusión y entré a la casa. Max y Charles estaban sentados en el sillón de la sala, Pierre en frente de ellos caminando de un lado a otro.

-Buenos días. -dije sentándome en una de las recargaderas del sillón.

-¿Dónde estabas? Te marqué mil veces, no le avisaste a nadie que ibas a salir, a dónde ibas, qué ibas a hacer. -Pierre dijo sin tomar aire.

-Relájate, fui a correr a la playa, como te dijeron Lando y Carlos, tranquilízate, estoy bien. Aparte, todos estaban dormidos, ¿A quién le iba a avisar?

-Nada te costaba mandarme un mensaje a mí o al grupo. -dijo molesto. -Como sea, Alba, no te importa, ¿Para qué me desgasto? -dijo subiendo a su habitación.
Esa última parte que dijo, sentí que era más profundo que sólo no haberles avisado que salí.

Eché la cabeza para atrás y suspiré. Charles me volteó a ver, tenía una mirada pensativa, con su ceño levemente fruncido y podía notar que estaba apretando la mandíbula.

-Creo que debería ir. -dije levantándome. Max me regaló una sonrisa en forma de apoyo y Charles no dijo nada, ¿Qué iba a decir? Sólo le importa él mismo.
Subí y pude ver la puerta de su habitación entrecerrada, di unos leves golpes pero no obtuve respuesta así que decidí entrar por mi cuenta. Pierre estaba parado en frente de la ventana, viendo hacia afuera, me puse a su lado.

-Linda vista, ¿No lo crees? -me miró de reojo. -Pierre, creo que tenemos que hablar.

-Ahora mismo no tengo nada que hablar contigo. -se sentó en la cama. Dudé en hablar pero lo hice de todas maneras.

-¿Sientes algo por mí? -pregunté mirándolo a los ojos.

-Obviamente, eres una persona importante para mí y te tengo mucho cariño.

-Me refiero a si sientes algo por mí más allá de la amistad, si quieres algo más que lo que tenemos. -pasé una mano por mi cabello. Pierre se quedó en silencio unos minutos y moví la pierna en desesperación. -Charles me dijo algo que se me quedó en la cabeza y con tu actuación de hoy creo que puede ser verdad.

-¿Ahora le haces caso a Charles? -bufó. Rodé los ojos.

-Olvídalo. -di unos pasos y me jaló del brazo, deteniéndome.

-Si siento algo por ti, creo que te amo y no sólo como una amiga, quiero más, quiero ser tu novio. -dijo finalmente. Cerré los ojos.

-Lo que sientes es válido pero yo no siento lo mismo. -agaché la cabeza. -Creo que sería bueno que nos alejáramos un tiempo. -me soltó, salí de la habitación y entré a la mía. Me cambié a un bikini negro y bajé a la alberca, me metí, esperando que el agua me sacara la tensión.

DON'T BLAME MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora