25 de Septiembre, 2023
El dolor de cabeza y el calor me despertaron. Me acomodé en la cama, intentando volver a dormir pero me fue imposible, como si la cama quisiera expulsarme. Abrí los ojos, lo primero que noté fue a Charles acostado a un lado de mí, aún dormido.
Me puse de pie, apenas pisé el suelo, la cabeza me retumbó. Busqué en mi bolso unas pastillas, tomé dos y me las metí a la boca. Hace mucho tiempo no tenía resaca, vaya maldición. Te la pasas muy bien una noche y la vida te lo paga así a la mañana siguiente, un poco injusto.
Me lavé los dientes y me di una ducha rápida, me puse ropa cómoda, caminé hacia la cama, me senté en ella y agarré mi celular. Mi corazón se aceleró al ver 10 llamadas perdidas de mi padre. Las palmas de las manos me empezaron a sudar, el dolor de cabeza se intensificó. Cualquier cosa mala se me pasó por la cabeza.
Con todo el miedo del mundo, le regresé la llamada. Llevé el celular a mi oreja con mi mano temblorosa. El primer tono sonó, sentía que mi pecho iba a explotar, al igual que mi cabeza.
Cuando contestó, decidí salirme de la habitación, dejando la puerta entrecerrada.
-10 llamadas y ninguna contestaste. -dijo mi padre.
-Buenos días para ti también. -intenté bromear.
-Veo que te la pasaste bien ayer.
-Sí, estuvo bien salir con los chicos para celebrar. -tragué saliva.
-Lástima que pasaste más tiempo con un Ferrari que con los Red Bull. -dijo seco.
-¿D-de qué hablas? -pasé una mano por mi cara.
-Te envié la nota, no quiero hacer esto por teléfono, nos vemos en mi habitación apenas cuelgue la llamada. -dijo mi padre, terminando la llamada. Creo que nunca me había sentido tan nerviosa, con tanto miedo. Sentía que mi vida estaba por acabarse, que todo se iba a ir a la mierda con Charles.
Entré a la habitación para ponerme unos tenis, en lo que me los ponía, vi la nota que me envió mi padre. Al parecer ayer si nos vieron y se filtraron las imágenes. Charles y yo hablando, tomados de la mano, bebiendo. Por lo menos no había una besándonos.
-¿A dónde vas? -escuché a Charles decir. Lo miré, se acomodó en la cama.
-A hablar con mi padre, no es bueno, Charles, se filtraron imágenes de nuevo. -bajé la mirada. -Pase lo que pase, te amo y perdón por meterte en esta situación. -me puse de pie.
-Alba, todo va a salir bien, aquí estaré esperándote. -me regaló una sonrisa.
Salí de la habitación y me dirigí a la de mi padre. Cada paso que daba, más miedo me invadía. Realmente no sabía lo que iba a pasar, sé que no podría hacerlo entrar en razón, sé que no podría convencerlo de nada, por lo menos no ahora, no ahora que está enojado y seguro decepcionado. Aunque mi padre debería de poner la felicidad de su hija antes que cualquier cosa, no lo haría, para él hay cosas más importantes que eso.
Llegué a su habitación, toqué dos veces la puerta y en cuestión de unos cuántos segundos, abrió la puerta. Me dejó pasar, indicándome que tomara asiento.
-¿Está todo bien? -pregunté ingenuamente.
-¿Qué clase de pregunta es esa? -contestó. -Después de que te dije que no podías salir con él, que podías perder tu trabajo, no te importó.
-Estaba con todos, no sólo con él. -dije mirándolo. Esperaba que todo se tranquilizara pero no lo logré.
-No me importa que hayas estado con todos, estabas con él, ¿Tengo que ordenarte que mejor trabajes desde Mónaco? ¿Es eso lo que quieres? Porque puedo hacer que dejes de asistir a las carreras, a cada una de ellas. -dijo caminando de un lado a otro.
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DON'T BLAME ME
FanfictionAlba y Pierre se conocen hace seis años gracias a que el padre de Alba, el team principal de la scuderia Toro Rosso en ese entonces, los presenta cuando Pierre debuta en la Fórmula 1. Desde ese entonces, salen de vez en cuando, pero sin compromiso a...