Caitlin Snow/Kara Danvers las dos mejores mujeres de esta historia
En medio de la guerra santa, se desataba una batalla entre ambos dioses cuyos ataques no dejaban mas que catástrofe y muerte por todo el mundo, Britania estaba prácticamente desecha...
Ahora, nos trasladamos a días mas tarde. Meliodas había dejado la DEO, no había registro criminal sobre él como para retenerlo y se había creado un nuevo registro de nacimiento y todos los tramites de su identidad. Así que se fue a vivir una vida común, sin lujos, solo un departamento y trabajaba en una cafetería. Hasta que un día encontró a Alex como uno de sus clientes, un mes después de su salida
- Un expreso, profavor... Allen... - decía tomando su cartera - Creí que nunca volvería a verte
- Era mi propósito. Ni siquiera Winn sabe que estoy aquí, prefiero que así se mantenga, si no es problema - preparando su orden con normalidad
- De hecho, creo que lo será.
- Alex, porfavor..
- No, no tengo nada que ver. Es alguien que te "necesita" en el departamento
- Ou. Es Supergirl?
- que? No. Sus días son verdaderamente mas felices sin ti- sin ofender... Buno, resulta que sin querer ayudaste al director de criminalistica a resolver su centésimo caso. Y le dieron una medalla, entonces quiere saber donde estabas, te quiere como nuevo CSI del departamento
- No estoy interesado. - dice firmemente
- entonces- QUE? No estás interesado? Meliodas, es el trabajo que todos quisieran tener, trabajar como investigador para un departamento secreto del gobierno
- Si lo sigues diciendo te van a oír
- Debes al menos pensarlo, es la oportunidad de tu vida
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- Alex, te lo agradezco, pero en verdad estoy bien con mi actual empleo
- Es tu decisión, debía comunicarte la oferta
- Bien. Cómo está Winn? No eh sabido de él
- Bien, aunque algunos te extrañan en las oficinas
- ¿Que hay de ti? Te hago falta?
- Sabes que me pareces lindo, pero no eres mucho mi tipo
- Claro, tendría que ser mujer, no?
- hehe... no se de que hablas
- Claro. Ten un buen dia.. no, ese va por mi cuenta
- Gracias, cuídate
Al día siguiente, era la tarde, hora del almuerzo pero el ya había comido. Entonces estaba en el parque paseando a su perro, cuando de repente un gran estruendo se oye cerca
- Muy bien, amigo.. serán 100 metros - lanza la pelota
BOOM
- OH, genial - trayendo la correa con él - Zel! Ven aquí!
simplemente quería alejarse, así que cuando lo sujetó, se lo llevó a la playa a dar una caminata. Aunque podían oír los impactos de golpes a la distancia, no le interesó y se dejó caer en la arena. Sintió una gran paz... hasta que algo grande cayó a metros de él, arrojando kilos de arena sobre él
