Dicen que la soledad te hace encontrarte con tu yo interior.
Y ese es el problema.
Que cuando estoy solo, cuando no hay nada más que nada.
Me encuentro con esa otra persona.
Y puedo verla, puedo ver sus profundas ojeras.
Sus labios quebrados.
En medio hay una película de vidrio que nos separa.
Él parece que estuviera flotando en una piscina.
Pero no es agua lo que lo rodea, son sombras, son todas sus tristezas.
Las reconozco todas, por que yo fui quien las obtuvo.
Pero aquel, aquel yo deshecho, es quien paga el precio.
Aquel yo es el que nunca ha visto el sol.
Y gracias a aquel yo es que éste otro.
Puede sentirse libre, puede ser feliz.
Pero ésta persona no es uno ni el otro.
Yo soy ambos.
Soy esos mundos opuestos.
Soy luz y sombras.
El yo oscuro me da miedo, me da tristeza y pesar.
Yo mismo me doy pesar.
Quisiera sacar ese lado triste de mí.
Pero en este mundo solo encontrarías más sombras.
Y sé que no soportaría más oscuridad de la que ya lo ahoga.
Por eso están aquí éstas letras oscuras, rotas.
Las estoy liberando para poder darle vida a ese yo sepultado en la tiniebla.
Enterrado en sueños inconclusos.
En tristezas profusas.
Sé libre, paloma negra.
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Lo que nunca dije
PoetryPor más que intentemos nunca podremos saber si el amor verdadero existe, si la muerte duele, somos humanos y estamos destinados a sufrir para lograr algo. Nominada a los #Wattys2015 Historia Registrada en SafeCreative, Identificador: 1507064573246...