Dejé ir al amor de mi vida y le escribí un libro

11- El Momento de la Verdad

Han pasado varios años desde la boda de Allison y Mark, y la felicidad parecía haberse asentado en su vida como una constante. La casa que compartían resonaba con risas infantiles y el bullicio alegre de una familia en crecimiento. Mark, con una sonrisa radiante, llegaba a casa después de un día de trabajo, mientras Allison preparaba la cena con el fulgor de la maternidad iluminando sus ojos.

Una tarde tranquila, Allison reunió a Mark en el rincón más acogedor de su hogar. Sus ojos brillaban con una emoción palpable mientras sostenía entre sus manos una ecografía. "Mark, amor, tenemos una noticia maravillosa", anunció con una mezcla de alegría y nerviosismo.El corazón de Mark latía con anticipación mientras observaba la imagen del ultrasonido. La emoción estalló en la habitación cuando Allison compartió la noticia: iban a ser padres nuevamente. 

La pequeña familia que habían formado crecería con la llegada de un nuevo miembro, y la dicha que experimentaron en ese momento parecía colmar sus vidas. Los años pasaron con la cotidianidad de la crianza, el sonido de risas infantiles llenando los días y las noches de la familia. Allison y Mark se sumergieron en el papel de padres con dedicación y amor, construyendo recuerdos que decoraban los pasillos de su hogar.

Sin embargo, a pesar de la aparente calma, Derek llevaba consigo la carga de su propia historia. En la oscuridad de la soledad, tomó la decisión de liberarse de las sombras que lo perseguían desde el pasado. Escribió una carta, una última confesión dirigida a Allison, donde dejaba al descubierto la verdad que había tratado de ocultar durante tanto tiempo.

"Querida Allison,

Han pasado años desde aquella carta que te envié, la que no recibiste o decidiste ignorar. Me he debatido en el silencio de mis propios demonios, llevando un peso que ya no puedo soportar. Las sombras de mi pasado me han acosado, y me doy cuenta de que no merezco la paz que la vida me ha negado.

Quisiera haber sido lo suficientemente fuerte para enfrentar las consecuencias de mis acciones y confesarte la verdad en persona. Pero me he ahogado en mi propio remordimiento, incapaz de superar la oscuridad que he traído a nuestras vidas. La carta que te envié era un grito de auxilio, una confesión que no pude verbalizar. Lamento el dolor que te he causado, el vacío que he dejado en tu vida.

En este momento, he decidido poner fin a mi propia lucha. La vida que he llevado ha sido una carga demasiado pesada, y no puedo soportarla más. No lo hago como un acto egoísta, sino como una liberación. Espero que encuentres en tu corazón la capacidad de perdonarme y seguir adelante sin la sombra de mi pasado oscuro.

En la otra vida, te esperaré. Tal vez allí encuentre la paz que nunca pude encontrar aquí.

Derek"

La carta, escrita con la tinta de la desesperación, quedó como un testamento de los tormentos internos de Derek. Sin embargo, mientras la familia de Allison y Mark continuaba construyendo recuerdos felices, Derek se despedía de esta vida, dejando tras de sí las sombras que lo habían perseguido durante tanto tiempo. La vida seguía su curso, pero el destino de aquellos que habían compartido una parte importante de su historia estaba destinado a entrelazarse en formas inesperadas.