Dejé ir al amor de mi vida y le escribí un libro

12- El Epílogo del Amor Perdido

Allison, una tarde tranquila en su hogar, encontró la última carta que Derek le había dejado. La tinta estaba impregnada de melancolía, y sus ojos recorrían las líneas escritas con creciente incredulidad y pesar. El contenido resonaba en su pecho, revelando verdades que habían permanecido ocultas durante demasiado tiempo.

Al terminar de leer, sus ojos se encontraron con los de Mark, quien observaba con nerviosismo su reacción. La habitación se llenó de un silencio incómodo mientras la realidad de la carta se asentaba en el aire.

"Allison", dijo Mark con voz entrecortada, "hay algo que necesito decirte".El corazón de Allison latía con fuerza mientras esperaba las palabras que Mark había mantenido en la penumbra. Mark, finalmente, confesó la existencia de la carta de Derek que había decidido ocultarle.

"Lo siento, Allison. Fui egoísta al esconderla. Pensé que estaba protegiéndote, pero ahora veo que solo prolongué la inevitable verdad. Derek escribió esa carta antes de que nos casáramos. Yo..."

La confesión de Mark quedó suspendida en el aire, y un silencio cargado de emociones llenó la habitación. Allison, con la carta de Derek en sus manos, miraba a Mark con una mezcla de asombro y decepción.

"No puedo creer que hayas ocultado esto", dijo Allison, con la voz temblando. "¿Cuánto tiempo planeaste mantenerlo en secreto?"

Mark, apesadumbrado, se disculpó una vez más y explicó sus motivos, revelando la culpa que había llevado consigo desde el día en que encontró la carta en el cajón.

La conversación entre ellos se volvió un diálogo doloroso, donde las verdades enterradas surgían, dejando al descubierto las grietas en la confianza que habían construido. La sombra del pasado de Derek se extendía, afectando la realidad presente de Allison y Mark.

...

La vida de Allison había tomado rumbos inesperados, marcada por giros inesperados y decisiones que habían alterado el curso de su historia. Después de decidir separarse de Mark, su vida se convirtió en un viaje de autodescubrimiento y sanación.

El funeral de Derek fue un momento doloroso que la sumió en la tristeza. Los recuerdos, las palabras no dichas y las lágrimas compartidas crearon un lienzo sombrío en el que Allison se encontraba atrapada. Con el paso del tiempo, la ausencia de Derek dejó un vacío que no pudo llenar.

Después del funeral, Allison decidió visitar la casa de Derek, un lugar cargado de recuerdos compartidos. Al explorar la casa, se encontró con el diario que había escrito durante los años de separación. Las páginas amarillentas llevaban consigo sus pensamientos más íntimos, las cartas no enviadas a Derek y las reflexiones sobre el amor perdido.

Decidió conservar el diario, sintiendo que era un testimonio tangible de su historia compartida con Derek. Pasaron los años, y mientras sus hijos crecían y comenzaban sus propias vidas, Allison encontró el coraje para dar un paso más en su proceso de curación. Movida por una mezcla de nostalgia y deseo de compartir su experiencia, decidió publicar el diario bajo el título "Dejé ir al amor de mi vida y le escribí un libro". El libro se convirtió en un viaje íntimo a través de las palabras no dichas, las emociones enterradas y los momentos que definieron su relación con Derek.

La publicación del libro no solo fue un acto de liberación para Allison, sino también una forma de honrar la memoria de Derek y de ayudar a otros que pudieran encontrarse en situaciones similares. Las páginas de "Dejé ir al amor de mi vida y le escribí un libro" resonaron con la verdad cruda de una historia de amor complicada, revelando las capas más profundas de la experiencia humana.

A medida que el libro encontraba su camino en las manos de lectores desconocidos, Allison sintió un sentido renovado de empoderamiento y cierre. La publicación no borró el pasado ni las decisiones difíciles, pero permitió que su voz resonara más allá de las sombras, llegando a aquellos que buscan comprender la complejidad de amar y perder.

El título "Dejé ir al amor de mi vida y le escribí un libro" se convirtió en un faro de verdad y autenticidad, ofreciendo a Allison un espacio para compartir su historia y, al mismo tiempo, encontrar una curación que trascendía las páginas del diario y se extendía hacia su propia narrativa en evolución.