4- El Diario de Despedida

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Allison comienza a escribir un diario, expresando sus emociones y pensamientos más profundos sobre el amor que dejó ir. Cada página es una carta no enviada.

Allison asintió con un suspiro, sintiendo el peso de las palabras que estaban a punto de salir. "Derek, ha pasado tanto tiempo desde que nos vimos. Hay algo importante que necesitas saber". Sus ojos se encontraron con los de Derek, y en ese momento, la conexión entre ellos pareció intensificarse.

Derek la miraba con atención, esperando a que continuara. El ruido de la cafetería parecía desvanecerse mientras Allison decidía revelar la verdad que había mantenido oculta.

Un silencio incómodo se apoderó de la mesa mientras Derek procesaba la noticia. Sus ojos reflejaban una mezcla de sorpresa, resignación y, quizás, un atisbo de dolor. La historia compartida entre Allison, Derek y Mark se enredaba en un nudo complicado que ahora había alcanzado un punto crítico.

Allison notó la tensión en el aire y decidió abordar la situación directamente. "Derek, Mark y yo estamos comprometidos, y nos casaremos pronto. Pero quiero que sepas que valoro mucho nuestra amistad y aprecio cada momento que compartimos".

Mark, leyendo la atmósfera, intervino. "Derek, sé que ha pasado tiempo y las cosas han cambiado, pero quiero dejar todo en el pasado. Allison y yo hemos decidido construir un futuro juntos, y nos encantaría que estuvieras presente en nuestra boda".

La invitación de Mark resonó en la cafetería, creando un momento de silencio que parecía contener la respiración de todos los presentes. Derek, sorprendido pero decidido, sonrió y asintió con gratitud. "Aprecio la invitación, Mark. Estaré allí para desearles lo mejor en su nueva vida juntos". Derek se levantó y se despidió la pareja.

Allison se sintió dividida entre el alivio de haber revelado la verdad y la incomodidad de la situación. Con la despedida de Derek, la escena se desvaneció en un suspiro de resignación. Mark intentó aliviar la tensión, pero las sombras de las decisiones pasadas se cernían sobre la mesa.

La cafetería recuperó su bullicio habitual, pero para Allison, las palabras no dichas y las decisiones tomadas resonaron como ecos persistentes en su mente. El compromiso inminente y la invitación a la boda crearon un laberinto emocional que no sabía cómo atravesar. 

La tarde caía sobre la ciudad mientras Allison y Mark regresaban a casa. La atmósfera en el automóvil estaba cargada de una mezcla de emociones que no se atrevían a expresar. Al llegar a casa, Allison, en un acto instintivo, se dirigió directamente a su closet, un rincón de memorias olvidadas.


Entre la ropa colgada, Allison desenterró un viejo diario, el cual había guardado celosamente. Sus páginas guardaban cartas que había escrito a Derek desde el día en que partió hacia Canadá. Sentada en el suelo de su habitación, con el diario entre las manos, Allison se sumergió en el pasado.


Cada palabra escrita llevaba consigo un pedazo de su corazón, las emociones que había mantenido en silencio durante tanto tiempo. Recordó las noches en vela, las lágrimas que mancharon las páginas y las risas compartidas a través de las letras. Era un testimonio de un amor no expresado, un susurro de sentimientos que la distancia había guardado en secreto.Al hojear las cartas, Allison revivió los momentos compartidos con Derek, cada palabra escrita como un eco de su voz en la distancia. Las páginas desvelaron sus esperanzas, sus temores y el anhelo constante de su presencia. Las lágrimas resbalaron por sus mejillas mientras se sumía en los recuerdos que el diario evocaba.


Mark, al ver la conmovedora escena, se acercó con comprensión. "Allison, ¿estás bien?", preguntó con suavidad.


Allison, con el diario entre las manos, asintió con una mezcla de nostalgia y liberación. "Estoy bien, Mark. Solo necesitaba recordar de dónde venimos". Las cartas en sus manos contaban una historia de amor que nunca llegó a su plenitud, pero que, de alguna manera, había encontrado su propio lugar en el tiempo y las páginas de aquel diario.

Dejé ir al amor de mi vida y le escribí un libroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora