¡Dios!

1.1K 41 3
                                    

Owen Morgan James

Camino por los pasillos de la escuela ignorando a las personas a mi alrededor. Todas las chicas me miran mordiéndose los labios y poco les falta para correrse en las bragas mientras me ven, pero yo ni siquiera me esfuerzo en verles el lado atractivo e intentar follarmelas, sería una deshonra para mi padre. El preferiría que estuviera con verdaderas mujeres y no con niñataz.

Choco con un pequeño espécimen y volteo hacia abajo para insultarla bien. Es una criatura de cuatro ojos que me mira con los ojos <y la boca> abiertos. Esta a nada de que se le caiga la baba.

- Yo..  - tartamudea la muy estúpida.

- Sal de mi vista, lajartija. - me desespera, esta central parece zoológico con tantos gusanos arrastrados.

No. No. No. Mierda. Veo como se sonroja y un hilo de baba cae justo después de que le dirija la palabra. Que puto asco con estos insectos.

- Tu hermana me dijo que tu nunca me hablarías, pero... - exclama con su irritante voz. ¿Me acaba de hablar de tu?

- ¿Donde está? - la corto. Mi hermana merece un regaño por hablar con los plebeyos.

Señala con el dedo a las dos jóvenes que se dirigen a la salida de la escuela entre risas. Igual que conmigo, todos los chicos las miran con deseo y las chicas arden de rabia, hasta que me ven, claro esta, y se empiezan a derretir por mi. Me acerco lenta y silenciosamente, mientras ellas no se percatan de mi presencia.

- ...  y así evitamos este jodido aburrimiento! - exclama Amelie y Milenka asiente formando una sonrisa en su rostro. Avazan tres pasos cuando jalo de sus manos y las atraigo hacia mi.

- ¿A donde van? - inquiero.

- ¿No es obvio? A la salida. - dice Milenka rodando los ojos.

- Bueno, pues iban. - me les burlo y acto seguido las arrastro rápidamente al aula y cierro la puerta.

- ¡¿Pero que mierda?! - exclama Milenka con el ceño fruncido entre tanto Amelie golpea la ventana intentando salir, cosa que no funcionara ya que esta blindada.

- Milenka y yo no te hicimos nada, ¿Porqué no nos dejas ir?

-  Si las dejo ir, el salón se verá muy vacío, solo uno puede saltarse la clase. - me encojo de hombros y me encamino a la salida, en tanto Milenka y Amelie maldicen en voz alta, pero simplemente ignoro a esas dos brujas.

- ¡Maldito!

Voy al estacionamiento y busco mi auto, es un Koenigsegg modelo  Jesko Absolut. Es el nuevo coche que mi madre me regalo por el simple hecho de existir. Me subo en el auto y manejo por las calles sin rumbo. En realidad, no estaba en mis planes saltarme las clases, pero lo hice solo por molestarlas. No tengo idea de hacia donde ir: de los bares estoy expulsado, los antros cerrados, los casinos están llenos de ancianos... No se me ocurre un sitio asi que pongo la dirección de el centro comercial y manejo hasta llegar al lugar.

Estaciono mi auto y me bajo, colocandome los lentes oscuros. Hace mucho tiempo que deje de sentir inseguridad por eso, a los 3 años era imposible que me quitaran los lentes, pero ahora a mis 19, solamente los uso para evitar opacar a las personas con mi belleza.

Avanzo por los pasillos y cruzo calles, en busca de alguna prenda o accesorio que merezca mi atención. Veo alguno que otro vestido, pero todos son de un aburrido color negro, azul satinado, dorado... Dudo que alguno de esos vestidos no le quede bien, pero no resaltarian su belleza. Paso horas y horas buscando uno que sea perfecto para el destinatario. Me detengo cuando veo algo que definitivamente destaca entre todas las cosas.

ONE SHOTS: Pecados Placenteros (FanFic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora