Historias cortas de la saga Pecados Placenteros de Eva Muñoz. Todas las historias están hechas por mi, pero los personajes no son míos. Espero y disfruten!!
En lo más profundo del bosque encantado, donde los rayos del sol apenas alcanzaban a filtrarse entre las frondosas ramas, vivía una hermosa ninfa.
Su belleza era tan deslumbrante que incluso las flores se inclinaban ante ella, y el susurro del viento parecía murmurar el elogio de su encanto.
La ninfa era una criatura de asombrosa belleza, con una figura esbelta y curvilínea que se movía con gracia entre los árboles del bosque. Su cabello era como una cascada de seda negra que ondeaba con cada brisa, y sus ojos, del color del cielo en un día despejado, irradiaban una luz celestial que iluminaba incluso las sombras más oscuras del bosque.
Su piel era suave como pétalos de rosa y tan clara como la luz de la luna, y su risa resonaba como el canto de los pájaros al amanecer.
Vestida con ropajes tejidos por las propias hilanderas del bosque, la ninfa parecía una diosa entre mortales, una visión de gracia y encanto que robaba el aliento de quienes tenían el privilegio de contemplarla.
Pero más allá de su deslumbrante apariencia, la ninfa también poseía un corazón tan puro y generoso como las aguas cristalinas de un arroyo de montaña. Su bondad y compasión por todas las criaturas del bosque eran tan profundas como las raíces de los árboles más antiguos, y su amor por la naturaleza era tan vasto como el horizonte que se extendía ante ella.
A pesar de ser la más hermosa de todas las ninfas, la ninfa sin nombre era humilde y sencilla en su corazón, encontrando la verdadera belleza en la armonía y el equilibrio del bosque que la rodeaba.
Su presencia era como un rayo de luz en la oscuridad, una inspiración para todos aquellos que tenían el privilegio de conocerla.
Y así, en medio de la majestuosidad del bosque encantado, la ninfa brillaba con un resplandor único y etéreo, una criatura de belleza y gracia que permanecería para siempre en los corazones de aquellos que la amaban.
Una noche, mientras danzaba entre los destellos de la luna, la ninfa se topó con una bestia salvaje. Su furia era tan formidable como el rugido de un trueno, y sus ojos destellaban con una intensidad feroz, parecidos a una tormenta.
Pero a pesar de su aspecto aterrador, algo en su mirada hizo latir el corazón de la ninfa con una emoción desconocida: el amor.
Desde aquel encuentro, la ninfa y la bestia se encontraban en secreto, compartiendo momentos robados bajo la luz de las estrellas. Su amor era como una llama ardiente en la oscuridad, peligroso y prohibido, pero irresistible.
Sin embargo, su romance no pasó desapercibido para los guardianes del bosque, quienes veían con desconfianza la unión entre la más hermosa de las ninfas y la más temible de las bestias. Intentaron separarlos con trampas y engaños, sembrando la discordia entre ellos.
A pesar de los esfuerzos desesperados de la ninfa y la bestia por proteger su amor, la tragedia finalmente los alcanzó en medio de la oscuridad del bosque encantado.
Los guardianes del bosque, temerosos de la unión entre la hermosa ninfa y la temible bestia, urdieron un plan para separarlos de una vez por todas.
Una noche, cuando la luna estaba oculta tras las nubes y la oscuridad envolvía el bosque en su abrazo, los guardianes atacaron con una ferocidad implacable. La ninfa y la bestia lucharon con todas sus fuerzas, pero eran superados en número y habilidad por sus enemigos.
En medio de la confusión y el caos, la ninfa fue herida de gravedad, y la bestia, consumida por la furia, se lanzó contra sus agresores con una ferocidad desatada. Pero era demasiado tarde.
Con un último suspiro, la ninfa cayó en los brazos de la bestia, su vida desvaneciéndose como una llama que se apaga en la oscuridad.
Desesperado por la pérdida de su amada, y en un último intento de venganza, la bestia quemó el bosque encantado, acabando con todos los guardianes y causantes de la muerte de la ninfa.
La bestia vagaba desolado por el mundo buscando el consuelo, y con el paso del tiempo fue perdiendo color y desvaneciéndose, ahora sin razón para vivir.
Y así, en medio de la tragedia y el dolor, la bella ninfa y la bestia salvaje encontraron su destino final en el corazón del mundo, donde su amor perduraría para siempre como una trágica canción de amor que resonaría a través de los siglos, recordando a todos aquellos que se atrevieran a amar en un mundo donde el peligro y la belleza caminaban siempre de la mano.
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Toco madera. Dios quiera que no sea así, pq si no me mato y arrastro a Eva conmigo.
Bueno, ¿Qué opinan?
¿Alguna idea o sugerencia?
En lo personal, es de las mejores historias que he escrito ñejejejej, pero me hizo sufrir.
La próxima historia es de los MM en la escuela y la AMOO.
No puedo esperar a que la lean, hay algo que creo que les va a a encantar...
Los quiero mucho. Muak 💋
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