Los días pasaban y no podía dejar de pensar en ella, en los sentimientos que me afloraba el recordarla, era como si hubiese sido tocado por un ángel, uno tan bello que me llevaba a la locura. Continué recurriendo a la cafetería como de costumbre viendo por horas a través de ese ventanal con la esperanza de visualizarla pero nada.
—¿Te encuentras bien? Llevas horas viendo por ese ventanal, como buscando algo o a alguien.-Vociferó Tito el dueño de la cafetería, un hombre sabio y gran confidente-
—Tienes razón... El otro día, vi pasar a una mujer que me dejo hipnotizado y con los pies pegados al suelo, no he podido sacármela de la cabeza, y ruego, Tito, ruego volver a toparme con ella. -Confesé sin más-
—Bueno pero no te puedes pasar la vida aquí sentado bebiendo litros de café mientras vez por los ventanales esperando un milagro.
Tenía razón, toda la razón, debía salir allí afuera y buscarla, aunque fuese lo último que hiciera, quería al menos tenerla frente a frente, saber su nombre, invitarle un café. Y fue desde de ese día que mi búsqueda del ángel comenzó, llevo semanas buscándola, por internet, parece como si ella no existiera ¿Quién carajos no tiene redes sociales en el 2024? Parece imposible pero eso no me va a llevar a la rendición, voy a encontrar a mi ángel de cabello castaño, cueste lo que cueste.

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Supresión
JugendliteraturUn romance que lleva a una persecución peligrosa todo bajo el nombre del "Señor Amor" ¿La locura superará lo que él denomina amor? O ¿Todo su plan se derrumbara?