Isabell, bueno al menos ya sabía su nombre y ese es mi nuevo indicio, comienzo a teclear en mi computadora unas cuentas horas. La información recaudada fue lo siguiente:
-Es modelo de pequeñas empresas de cosméticos y joyería.
-Amante de los gatos y los libros.
-Le gusta la moda, sobre todo la Old Money.
-Fanática de Agatha Christie.
-Hace blogs diarios.
- Le gusta salir a clubes y las bandas de rock como AC/DC y Queen.
Es un buen comienzo, no puedo negar que esto me intriga y entusiasma aún más, una osada idea se cruza por mi mente.
"Hola ¿Qué tal tu día?"
Pulse el icono de enviar antes de arrepentirme y solté un suspiro pesado, había sido un día largo, eran las 03 AM y necesitaba dormir al menos un par de horas, así que no dude en tirarme sobre mi cama hasta poco a poco quedarme dormido. A la mañana siguiente mi alarma suena acompañado de una notificación, apagué la alarma con pocas ganas y acerque mi teléfono a mi rostro en un intento fallido por no cegarme.
"Hola, estoy bien ¿Y tu?"
¡ERA UN MALDITO MENSAJE! Y no cualquier mensaje si no uno de ella, de mi bello ángel, este día no podría estar mejor, me levanté con los ánimos por el cielo, coloqué música sin importarme la hora mientras comenzaba mi rutina higiénica matutina, tome el libro de misterio que compré en la biblioteca y salí de casa rumbo a la cafetería no sin antes responder el mensaje, no quería ser descortés.
"Estoy bien gracias, rumbo a la cafetería de Tito a desayunar y leer un poco".
"Genial, estoy cerca ¿Te gustaría que nos veamos allí para hablar sobre libros?"
¡NO PUEDE SER!
"Claro, me encantaría, llevo una chaqueta de color azul, por cierto, mi nombre es Alex".
"Isabell".
Era sin dudas el mejor día de mi vida, Isabell no tardó en llegar a la cafetería, comenzamos a platicar de nuestros gustos y "curiosamente" teníamos mucho en común. Así que quedamos en vernos todos los miércoles para platicar de libros.
Pero no me quedaría sólo con eso, yo quería más de ella, quería que fuese mía, así uno de esos miércoles, luego de "despedirnos y de ir cada uno a su casa", la seguí lo más cuidadosamente posible para no levantar sospechas, era muy bueno en eso ventaja de crecer con padres estrictos (también sé reconocer a la persona por sus pasos), vive en Orquideas 644. Al regresar a casa comencé a escribirle una carta:
"Querida Isabell, diosa griega, tus ojos me han hechizado, soy esclavo de tu mirada y devoto de tu caminar, bendito sea el camino por donde transitas mi dulce flor. Te prometo amar para toda la eternidad".
Firma: Señor amor.
A partir de hoy mi preciosa lectora tienes un nuevo admirador, al día siguiente me levanté más temprano de lo normal, caminé hacia su casa y deje rodar la carta por debajo de su puerta antes de regresar a casa. Luego de eso el día continuó con normalidad, nos escribimos como si nada hubiese pasado aquella mañana, ella no mencionó nada de la carta de "su admirador secreto", lo cual me desilusionó un poco, pero intenté restarle importancia (no funcionó).

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Supresión
Teen FictionUn romance que lleva a una persecución peligrosa todo bajo el nombre del "Señor Amor" ¿La locura superará lo que él denomina amor? O ¿Todo su plan se derrumbara?