Gal Pals || F¡Yandere!Harem X Lectora

Doppelganger

“Tú eres el estudiante transferido, ¿verdad? Mi nombre es Aina Sato ¡Bienvenido a la preparatoria Haruki!"

Era extraño ver a tu doble tan pronto como iniciabas un juego nuevo. El parecido entre tú y Aina era asombroso. Te hizo preguntarte si los desarrolladores del juego te vieron en alguna parte y simplemente se sintieron absolutamente inspirados.

Si es así, fue un poco halagador. Pero también fue un poco espeluznante.

El juego empieza de manera bastante inocente. Aina fue la primera chica que conociste. Ella estaba allí para mostrarte como se juega, en caso de que nunca hayas jugado un juego otome en tu vida. No pensaste que fuera tan necesario ya que la mecánica era bastante simple. Pero a cada uno a lo suyo.

Aún más extraño que verse a uno mismo en un videojuego es verse muerto en un videojuego. Encontraste su cabeza en tu escritorio el día después de que ustedes dos tuvieron una cita exitosa. Se decía que el resto de sus piezas estaban repartidas por la escuela.

No esperabas una muerte tan gráfica para un personaje en la pantalla de título del juego junto con todos los demás objetivos de captura. Pero probablemente esa era la razón por la que ella estaba allí, ser engañoso.

Después de todo, este no era un juego otome ordinario. Este era un simulador de citas yandere, donde todas las chicas estaban dispuestas a matar por tu amor.

Aina era dulce. Ella no merecía un destino tan terrible. Pero el clavo que sobresale es aplastado. Ella no era una yandere como el resto de las chicas, así que por supuesto no podía competir.

“Empecemos”, dijiste, aplastando tu lata numero...¿Cuántas bebidas energéticas tomaste hoy? ¿Seis? ¿Siete? Bueno, un poco más de cafeína nunca mató a nadie.

¡No te ibas a dormir hasta que consiguieras el final bueno de cada una de las chicas! ¡Podrás dormir cuando estuvieras muerta! Y así fue como moriste.

¯\_( ͡❛ ▿ ͡❛)_/¯

“¡Aina! ¡Despierta! Vas a llegar tarde a tu primer día de clases” Susurró una mujer, sacudiendo suavemente tu hombro.

¿Quién eres? Pensaste adormilada antes de sentarte tan abruptamente que casi le diste un cabezazo a la extraña ¿Dónde estoy?

Lo último que recuerdas es el Final Bueno de Minoru. Ahora estás en una habitación extraña con una mujer extraña inclinada sobre ti.

“¡Ese es el espíritu!” Ella cantó con una palmada. "Ve a vestirte, ya te planché el uniforme y te preparé tu desayuno favorito”

La miraste desconcertada mientras ella se iba, cerrando la puerta detrás de ella y llamando tu atención hacia el uniforme que colgaba de la manija de la puerta.

Reconociste ese uniforme, tal como reconociste ese nombre, te diste cuenta con un creciente horror. Ese era el uniforme de la ficticia escuela preparatoria Haruki.

Estas en el maldito juego al que te pasastes toda la noche jugando.

Oh, estoy tan muerta, pensaste, escondiéndote bajo las sábanas de nuevo como si pudieras esconderte de este extraño mundo nuevo.

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El largo camino hasta la escuela te dio un tiempo para reflexionar sobre tu situación actual.

Bien, entonces estabas muerta ¡Pero aún no estabas muerta! Tenía que haber alguna manera de poder salir viva de esto.

Obviamente, por uno de los objetivos de captura mató a Aina. El único problema era que no sabías quién hizo el acto. El asesino nunca fue atrapado en el juego y era poco probable que eso cambiara.

¡Una cosa era segura! No podrás bajo ninguna circunstancia, tener una cita con el personaje del jugador. Incluso la más mínima muestra de afecto de su parte fue suficiente para que te mataran ¿Te matarían sólo porque te invitó a salir? Los Yanderes son celosos e impredecibles.

¿Qué más podrías hacer para evitar tu desaparición prematura?

Quizás... ¿Quizás podrías hacerte amigo de ellas? Eran chicas como tú, ¿verdad? Sólo que... más locas. En realidad, loca era una palabra muy mala, simplemente eran más inestables.

Quizás tú podrías ser la estabilidad que necesitaban.

Si fueran amigas, al menos tendrían algo que les impediría matarte.

Aunque no estabas segura de cómo ibas a lograrlo. Estas chicas no necesitaban exactamente amigos. Después de todo, ya se tenían el uno al otro. Pero si hubo algo que aprendiste tanto jugando, fue la perseverancia.

Necesito ver con qué estoy trabajando, decidiste e inmediatamente comenzaste a caminar más rápido. Si llegaras a la escuela lo suficientemente temprano, podrías encontrar a tus nuevos “amigos” potenciales y ver cómo eran antes de que se enfermaran de amor y se apuñalaran entre ellas.