Gal Pals || F¡Yandere!Harem X Lectora

Not Waving

Después de la última campana del martes, saliste de la escuela y encontraste a Oshiro intimidando a Hinata junto a la fuente principal mientras sus seguidores miraban.

Apenas habían terminado las clases, pero Oshiro ya estaba vestida con su ropa casual.  Llevaba una chaqueta de cuero negra con tachuelas plateadas, una camiseta sin mangas de color rojo sangre y jeans negros ceñidos. Su calzados son botas de cuero negro, tenía nuevamente todos sus piercings plateados en las orejas y en la cara.

Estaba orgullosa y alta, más de un metro, sosteniendo un libro fuera del alcance de la pobre y pequeña Hinata, que era al menos un metro más baja y no tenía esperanzas de agarrarlo.

"¿Qué estás leyendo, Hinata?" Oshiro no hizo ningún intento de leer la contraportada del libro. En cambio, lo colgó justo a una distancia alcanzable y luego procedió a levantarlo nuevamente cuando Hinata saltó para alcanzarlo.

"¡Por favor devuélvemelo, Oshiro!”

“Oooh, ¿es otro de tus desgarradores de corpiños?"

"¡No los llames así! Son mundos de fantasía profundos y complicados con-"

"Es porno escritos por personas que nunca han tenido sexo antes”, dijo Oshiro con voz monótona.

Todos los chicos bastardos con los que había estado almorzando estaban mirando, riéndose mientras fumaban sus cigarrillos. Serían castigados si alguno de los profesores los descubría, pero se trataba de chicos que estaban más frecuentemente detenidos que libres.

"Devuélvemelo”, dijiste una vez que alcanzaste la distancia de audición. Oshiro se giró para mirarte con una sonrisa mezquina "¡Bueno, mira quién es! ¡La última princesita de Minoru! Ahora, ¿no te dije que no hablaras conmigo?"

"Devuélvemelo", repetiste, levantándote en su espacio con los brazos cruzados.

"¿Qué? ¿Ni siquiera un por favor?” Ella hizo una mueca y sacudió la cabeza "Minoru aún no debe haberte inscrito en clases de etiqueta. Está bien, si insistes”

Entonces Oshiro se volvió hacia Hinata y rompió el libro por la mitad. A lo largo, por el centro de las páginas. Habías oído historias de personas que partían guías telefónicas por la mitad, pero nunca habías visto a nadie hacerlo.

Desde una perspectiva exterior, fue una impresionante demostración de fuerza y crueldad. Por dentro, te hacía hervir la sangre.

Hinata dejó escapar un grito como si la hubieran partido por la mitad. Se disolvió en un gemido. Corriste a su lado e hiciste lo mejor que pudiste por consolarla.

Hinata amaba los libros, los veía como algo sagrado. Siempre tenía cuidado de no doblar las páginas ni arrugar las paginas. Ver un libro completamente destruido así debe haber roto un poco su espíritu.

Fue bueno que tuviera una copia adicional a salvo en casa, o se habría sentido completamente inconsolable.

Oshiro arrojó el libro a los pies de Hinata "Espero que no haya sido un libro de la biblioteca, quizás tenga que tomar la L por ese"

"Eres una perra, Oshiro", le respondiste, no sabes de dónde sacaste el coraje. Nunca te enfrentaste a los matones en tu vida anterior, y este era un posible asesino al que estabas insultando.

Y pagaste por ello.

"¿Soy una perra?" Ella se burló suavemente, luego su volumen aumentó dramáticamente "¡Tú eres la perra aquí! ¿Crees que puedes abrirte camino en todas nuestras vidas sin ninguna consecuencia? Puede que Hinata no sepa lo que eres, pero yo sí ¡Eres una maldita manipuladora!"

Sus palabras te tocaron la fibra sensible. De hecho, estabas utilizando a tus nuevos amigos para asegurar tu propia supervivencia. ¿Eso lo hizo bien?

Sin embargo, Oshiro no te dio tiempo para dejar que sus insultos asimilaran. Tan pronto como te diste cuenta de que ella tenía razón, te levantó como si fueras una piedra y te arrojó a la fuente de la escuela.

Sólo te tomó unos segundos resurgir, limpiarte el agua de la cara y los ojos, pero la humillación persistió una y otra vez.

Uno de los espectadores silbó y te diste cuenta de que tu blusa blanca estaba completamente empapada, dejando al descubierto tu sostén a todos los presentes. Sonrojada, rápidamente agarraste las solapas de tu chaqueta y la ajustaste a tu alrededor.

Entonces recordaste la mochila que aún colgaba de tu codo y miraste hacia abajo para encontrarla llena de agua, con tus boligrafos y lápices flotando hacia arriba. Allí estaba tu teléfono y todas las notas que habías tomado en lo que va del año.

Furiosa, salpicaste infantilmente a Oshiro. Rápidamente te diste cuenta de tu error, pero ya era demasiado tarde. Miró con incredulidad el agua que se adhería a la superficie de su chaqueta de cuero antes de mirarte con ojos como los de un tiburón.

"Oh, estás muerta", se rió Oshiro sin una pizca de humor en su voz.

Tuviste el tiempo suficiente para respirar superficialmente. Luego te sumergió nuevamente bajo el agua por la cabeza y te mantuvo allí. Hiciste lo mejor que pudiste para luchar contra su agarre, arañando sus brazos, pero ella no te dejó respirar con una de sus maniobra.

Justo cuando se te acabó el suministro de aire y te obligaron a respirar agua... La imagen borrosa de Minoru apareció sobre el hombro de Oshiro y ella te soltó.

No sabes qué hubiera pasado si Minoru no hubiera llegado a tiempo ¿Oshiro realmente te habría matado, incluso sin que el personaje principal lo hubiera instigado?

Saltaste a la superficie, jadeando en busca de aire y tosiendo el agua que habías inhalado.

Minoru llenó tu vista, haciéndote callar suavemente y repitiendo: "Todo está bien" No estabas tan segura. Después de todo, casi mueres.

Te aferraste a ella como a un salvavidas, mirando a Oshiro por encima del hombro "¡Podrías haberme matado!” Le gritaste mientras se alejaba de la escena del crimen.

"sí, y tienes suerte de que no lo haya hecho", respondió ella, sin molestarse en mirar atrás mientras regresaba con sus homólogos masculinos.

Minoru te ayudó a salir de la fuente mientras el grupo se iba a causar problemas en otra parte. Hinata se quedó a un lado, todavía llorando pero ahora, presumiblemente, por tu bien.

Entonces Minoru los tomó a ambos en sus brazos, a pesar de que estaban empapados y la cara de Hinata era un desastre de mocos y lágrimas "Mis pobres niñas..." Suspiró con tristeza. "Vamos a limpiarte"