Gal Pals || F¡Yandere!Harem X Lectora

Open Wound

TW: autolesión

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Al día siguiente en la escuela, nadie te hablaba. Estaban demasiado ocupados hablando de ti detrás de sus manos, solo dándote alguna que otra mirada de reojo o mirada sucia. No tenías idea de lo que pudo haber pasado de la noche a la mañana, pero tenías el presentimiento de que Minoru tenía algo que ver con eso.

No tenías idea de lo que ella le dijo a los estudiantes que dijiste o hiciste, pero eras excluída por tus compañeros.

Pero no todo fue malo. Hinata, Kimiko y Oshiro estaban incluidos en la lista de personas que no te hablan. Minoru camino junto a tu casillero esa mañana como si nunca te hubieras conocido antes, como si fueran completos desconocidos, seguida por su grupo, que no son tan buenas fingiendo.

Hinata te miró con nostalgia, como si no quisiera nada más que correr para darte un abrazo rápido antes del salón de clases. Kimiko parecía molesta, al borde de ta ira pero no del todo al límite. Oshiro...Oshiro parecía haber entendido, como si ella supiera lo que estabas haciendo y lo aprobara.

Y ella debería hacerlo. Esto es lo que ella quería para ti desde el principio. Para salir del grupo, sano y salvo.

¿Que te ha dicho? Te lo preguntaste. ¿Fue diferente de lo que le dijo al resto de la escuela? Entonces bien, mantente alejado de mí.

Cerraste tu casillero de golpe y te apresuraste a ir a clase, donde por primera vez prestaste atención. Minoru no te miró ni una sola vez a lo largo de la clase de Historia Mundial.

Ella prácticamente irradiaba vibraciones de "no puedes sentarte con nosotros", y no querías volver a almorzar con esas chicas incluso si ella no lo hacía, así que tomaste tu almuerzo casero y te lo comiste en tu salón de clases en lugar de hacerlo en la cafeteria.

Luego estaba en la Sala de Estudio. Una vez usado para leer con Hinata en la biblioteca, ahora pasabas el período en el salón de clases, estudiando.

Tu mamá comenzó a recogerte al final de cada día escolar con la esperanza de aliviar parte del acoso. Ciertamente te hacía sentir más seguro que caminar solo a casa.

Desarrollaste un patrón y lo mantuviste durante un par de días sin tener que interactuar con ninguna de las chicas que estabas evitando.

Estabas haciendo todo lo posible para entender el concepto mismo ade Cálculo cuando Hinata apareció de la nada y golpeó tu escritorio.

"¡Lo siento, lo siento! Sé que estoy interrumpiendo, yo sólo...sólo quería hablar contigo”, susurró en el silencioso aula.

“¿Se supone que tienes permitido estar hablando conmigo ahora mismo?”

"Bueno, um, en realidad...no. Pero tengo algo importante que decir, así que lo haré de todos modos”.

"Di lo que tengas que decir.” Entonces puedes irte sin decirlo, pero pensaste que estaba bastante bien implícito en cómo ella se marchitó bajo tu mirada en blanco.

Sin embargo, respiró hondo y continuó: “Está bien, escucha... Lo que sea que le hayas dicho a Minoru, solo discúlpate. Ella no te dejará volver al grupo hasta que lo hagas”.