Tras la pedida de matrimonio, Alba y Juan se someten a una batalla que la vida les ha mandado ; conseguir mantener su relación en pie.
Pero después de la pedida de matrimonio, lo único que hacían era discutir, discutir y discutir, era una pelea tras...
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Narra Alba ;
La alarma suena a las 7 AM. No voy a despertar a las niñas aún, pero yo si tengo cosas que hacer antes de ir al trabajo y dejar a las niñas en el colegio y en la guardería.
Voy al baño y pongo en mi IPad las cámaras de las habitaciones, para ver a las niñas.
Me visto, me peino, me maquillo con tranquilidad y recojo un poco el salón, ya que llegamos aquí ayer.
Desayuno en paz mientras veo instagram, y justo, me salió una historia del Betis en la cual Juan llamaba toda la atención de la foto. Estaba guapísimo, nada raro, el es guapo.
Pero luego me dio un escalofrío al saber quién había echo la foto, Iris.
Recogí la mesa y fui a despertar a Mara.
Ella se despertó contenta ya que iba a ir a un nuevo colegio.
— ¿Cuándo vamos a ver a papá? — me preguntó ella.
— No lo sé Mara, no lo sé — suspiré y le di un pequeño beso en la mejilla y subí a mi habitación a coger a India.
Al cogerla vi que estaba ya despierta y que estaba haciendo soniditos con la lengua.
— Hola amor — sonreí y le di varios besos por la cara mientras ella seguía haciendo soniditos con la lengua. — Te voy a vestir suuuper bella, amor.
Le puse un conjunto de punto rosa y le puse una diadema con un lazo del mismo color que el conjunto.
Cuando termine de vestir y terminar a las niñas, cogí el coche y me fui a llevar a Mara al colegio y a India a la guardería.
Ambas se quedaron bien en el colegio y guardería y yo me fui para la ciudad deportiva del Barça.
— Hola — saludé a Laporta con una breve sonrisa un poco forzada.
— ¿Alba? — preguntó y yo asentí. — Encantado, soy Laporta — estrechamos la mano y él salió del despacho. — Te voy a enseñar la ciudad deportiva y ya podrás iniciar con tu trabajo.
— Vale Joan, muchas gracias — agradecí.
— No es nada mujer. Eres una gran fotógrafa. ¡Estábamos deseando tenerte en el club! — me dijo el presidente emocionado y dando una palmada, a lo que yo sonreí.
Cuando acabó de enseñarme la ciudad deportiva, vimos a los jugadores saliendo del vestuario.
— Hola — les sonreí a los jugadores.
— Hola, Alba — Pedri fue el primero en venir hacía mi y darme un abrazo. — ¿Que tal? ¿Como estas tu y tus hijas? — me pregunto sonriente.
— Bien, bien. Las tres estamos bien, gracias por preguntar Pedri.
— Me alegro un montón — dijo el canario.
Todos me saludaron y yo les devolví el saludo a todos.
Cogí mi cámara y la primera foto que hice fue a la ciudad deportiva en sí.
Para que engañarnos, me sentía rara. También me sentía sola, no tenía a nadie en Barcelona, estaba sola, con dos niñas pequeñas. Haber como saldré de esta.
