04. ¿Me estás vacilando?

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Narra Alba ;

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Narra Alba ;

Sin duda, la noticia que me dieron ayer fue como un balde de agua fría.

Ahora mismo estaba discutiendo con Juan, nada raro.

— ¡Tú también te fuiste y me dejaste sola! — reproche.

— ¡Te dije que vinieras paro no quisiste!

— ¡Entiéndeme! ¡Lo tenía todo en Sevilla, Juan!

— ¡Haberme entendido tú a mi¡ ¡Solo en una ciudad sin saber el puto idioma!

— ¡No haber aceptado jugar allí!

— ¡Era más de 20 millones lo que me pagaban, Alba!

— Mira gilipollas — me acerqué lentamente a él. — Me piro de aquí en 5 horas. Así que vete olvidando de mí de una puta vez. Y una última cosa. Es la última vez que me gritas. Porque yo también sé gritar y echarle las culpas a los demás. A si que no me toques los cojones.

— Tienes ovarios, no cojones.

— ¿Me estás vacilando? — me acerqué más a él.

— No.

— Me creía.

— Que insoportable eres, de verdad.

— ¿Me lo estás diciendo tú? ¿Enserio?

— Sí.

Me estaba vacilando de una manera que estaba por pegarle una paliza al gilipollas.

— ¡Déjame ya! ¡Supera que ya no formo parte de tu vida, tío!

— El problema es que no puedo, Alba, joder. Es que han sido 4 años, no 2 meses.

— Haber echo las cosas en condiciones en su día. Que te pongas de víctima ahora después de haberme gritado que soy insoportable, no va a arreglar nada.

El se quedó callado y se tapó con las sábanas hasta arriba y yo seguí haciendo las maletas en silencio.

En verdad me sentí mal. Cuando el se fue a Milán estaba solo allí. Y ahora la que voy a estar sola voy a ser yo y con dos niñas pequeñas incluidas.

Termine la maleta y fui a casa de Aurora por Mara e India.

— Hola, rubia — Aurora me abraza cuando me ve en la puerta. — Que mala cara tienes. ¿Os habéis vuelto a pelear? — preguntó y yo asentí. — No mi amor, no llores, ven — me volvió a abrazar. — No llores mi amor. Mara y India no querrán verte así.

— Perdón.

— ¿Perdón porque, Alba?

— Por ser tan mala madre.

— Ay no, eso no. Eres tonta, no eres mala madre.

— Mara aún no saben que su padre y yo no estamos juntos.

𝐓𝐞 𝐛𝐮𝐬𝐜𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚 || 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐌𝐢𝐫𝐚𝐧𝐝𝐚²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora