Genos decidió seguir a Saitama como su discípulo luego de presenciar su incomparable fuerza.
Lo que empezó como una búsqueda por ser más poderoso, con el tiempo comenzará a mutar en un sentimiento completamente nuevo que el ciborg poco a poco inten...
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Luego de que un enorme fajo de billetes fuera puesto sobre la mesa de Saitama, las puertas para su nuevo discípulo fueron abiertas en escasos segundos de meditación.
El poder del dinero era tan grande como las necesidades monetarias del calvo, quien ahora en la misma noche que Genos llegó, comenzó a explicarle con amabilidad anormal las cosas básicas que debía saber ahora que viviría en su hogar.
—Bueno, éste lugar no es particularmente grande así que no hay mucho que mostrar...
Dijo abriendo la puerta del baño para enseñárselo a Genos quien cortez, sin criticar el tamaño en absoluto simplemente fijó sus ojos biónicos en la taza sobre el lavamanos y colocó su cepillo de dientes dentro de éste haciendo que inevitablemente Saitama se fijara en el detalle de que las cerdas del cepillo de ambos, se habían tocado en alguna especie de bizarro beso indirecto.
"Eh? ¿Qué fue eso? Siento que voy a arrepentirme de ésto..."
Pensó el calvo, sintiendo el impulso de separarlos ahora mismo pero frenandose también pues se vería descortés hacerlo con el ciborg frente a él.
"Bueno como sea, el cepillo parece nuevo... Ahora que lo pienso, siquiera tiene sentido que le muestre la bañera? Es un ciborg, no debería asearse en algún lavadero de autos o algo parecido?"
Pensó ahora Saitama, ignorando la imagen mental de Genos pasando por una banda transportadora por la zona de lavado y lustrado, sólo para salir limpio y reluciente con un aromatizante en el cuello.
—L-Lo siguiente sería la cocina...
Caminando literalmente tres pasos hacia ahí, mostrándole lo estrecha pero acogedora a ojos de Saitama que era, entraron juntos a ésta para nuevamente su sensei ser su guía allí dentro.
—Las ollas y platos están en las alacenas arriba de la estufa.
Dijo abriendo ésta arriba de sus cabezas, enseñándole de paso la despensa, donde guardaba las pocas cosas que compraba del supermercado para comer a lo largo de su semana.
-YA ENTIENDO SENSEI! El régimen de alimentación de Saitama sensei es escaso a modo de entrenamiento adicional en caso de sufrir escasez de recursos.
Soltó Genos para sacar una pequeña libreta del bolsillo trasero de su pantalón, comenzando a anotar velozmente diferentes datos que hicieron soltar al calvo una gran gota gorda de sudor de su cien.
-No, sólo estoy corto de efectivo...
Corrigió Saitama de inmediato ante sus palabras sintiendo un golpe justo a su orgullo ahora mismo.
