Cuando Harry se reunió el miércoles

Capítulo 26: Noche de bodas atípica

Noche de bodas atípica

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"El Sr. Lovegood parece bastante seguro acerca de todo este asunto de las 'Reliquias de la Muerte'". Comentó Harry mientras se alejaban del mago vestido de manera llamativa.

Negando con la cabeza, Wednesday respondió. "No importa lo seguro que esté. Ese símbolo es el sello de Frump... Aunque, debo admitir que su historia suena familiar. Como un cuento antes de dormir que la abuela solía contarnos cuando Pugsley y yo éramos pequeños".

Poniendo en orden sus pensamientos, Wednesday hizo todo lo posible por volver a contar una de sus historias favoritas de la infancia. "Hace mucho tiempo, hubo una bruja poderosa que había sido agraviada por magos arrogantes una y otra vez. Decidiendo que ya había tenido suficiente, la bruja juró traer muerte y aflicción a todos los magos. Siendo una bruja sabia, colocó trampas para atrapar magos. Una de esas trampas era una corriente tranquila que él encantó para drenar la magia de todos y entrar en sus aguas ".

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Los tres magos tontos y la bruja sabia

Riendo alegremente, tres hermanos llegaron a un arroyo que les bloqueaba el paso.

"Ignotus, hermano, no manches tus galas con el barro y la humedad. Usemos nuestro poder para formar un puente que podamos cruzar más fácilmente". El hermano mayor insistió.

El hermano del medio estuvo de acuerdo de buena gana. "Buena idea Antioquía, haré crecer este palo para que pueda abarcar todo el ancho de esta corriente".

Asintiendo, Ignotus se unió al esfuerzo de su hermano. "Bien hecho, Cadmo. Doblaré tu bastón tres veces, para que nuestro puente sea lo suficientemente ancho para todos nosotros".

"Y con mi poder, convertiré nuestro puente en piedra para que pueda soportar nuestro peso". Terminó Antioquía con broche de oro.

La bruja conocida como Donn estaba enojada, pero contuvo su temperamento para poder llevarse un premio mayor que tres magos pomposos.

"Qué espléndidas magias veo ante mí". Donn anunció su presencia con falsos elogios. "Por favor, díganle a los nobles señores, ¿este hermoso puente es obra suya?"

"Es como dices bruja. Es una mala suerte que tu propia magia no pueda realizar tales hazañas". Cadmo se apresuró a alardear.

Reprimiendo su furia, Donn continuó con palabras melosas. "Lo que dices es verdad, pero por favor, te ruego que me dejes realizar mi oficio para servirte. Con un día puedo tejer finos encantamientos, pero si me das solo una semana, puedo cumplir el deseo de tu corazón. "

"Muy bien." Antioch estuvo de acuerdo sin apenas pensar en la oferta de Donn. "Si así deseas ayudarnos, ¿quiénes somos nosotros para decir que no? Tenemos negocios en esa aldea. Dentro de una semana regresaremos para reclamar nuestros premios. Si tu habilidad lo permite, te pediría la mejor varita, una que nunca fallará."

Cadmo siguió el ejemplo de su hermano. "Si tal tarea no te exige demasiado, te pediría una forma de comunicarte con los muertos sin necesidad de encargar a un nigromante repugnante".

Tomando más tiempo para reflexionar sobre sus opciones, Ignotus finalmente expresó su petición. "Deseo una manera de asegurar que nadie me moleste mientras duermo. No importa la fuerza del mago, mientras duerme uno está tan indefenso como un bebé".

Donn se despidió de los tres hermanos y se retiró a su estudio para encantar tres regalos que pudieran descargar una terrible venganza sobre los orgullosos magos.

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Al regresar a la suave corriente, los tres magos tontos encontraron a la bruja, Donn, esperándolos.