Otra perspectiva.

Capítulo 1: ¡NARA ME INVITÓ EN UNA CITA!

‼️Advertencia de contenido: smut (+18) en medio del capítulo‼️

—¡Temari!

Escucho esa voz llamando mi nombre. No me canso de oírlo, se me eriza la piel cuando lo hago. El calor que siento en las mejillas me da a entender que se ruborizan, mi cabeza da vueltas pensando en lo que puede llegar a decirme.

Giro sobre mis talones y lo miro con una ceja alzada.

—¿Qué quieres?

Él rasca su mejilla llevando su mirada hacia otro lado. Luce nervioso, pero no sé por qué.

—Es sólo que… gracias por salvarme, otra vez —contesta.

—No hay de qué, ya es costumbre, Nara —respondo sonriendo de manera burlona.

—Al menos controla la fuerza de tus cachetadas la próxima vez.

Me río por su comentario y le sonrío.

—No puedo prometer nada —digo cruzándome de brazos—. Lo haré cada vez que te quedes ahí como un idiota.

—Cuento contigo…

Sus palabras me hacen mirarlo con duda, pero vuelvo a sonreír de todos modos, ambos lo hacemos. Por alguna extraña razón, las sonrisas de Shikamaru Nara me provocan sensaciones que nadie más logra, pero no me molesta… o bueno, tal vez sólo un poco.

—Me preguntaba si…

La repentina interrupción de Shikamaru me pone alerta. Duda en seguir hablando, pero no pienso quedarme con la intriga.

—¿Qué? Habla.

Mi demanda lo obliga a mirar hacia otro lado mientras se lleva las manos a los bolsillos.

—Quería saber si te gustaría ir a comer la próxima vez que nos veamos.

—¿Una cita?

Su propuesta es como un golpe seco en el pecho, pero mi respuesta es un acierto aún más fatal.

—¿Eh?

Su confusión me da ganas de reírme, pero me limito a sonreír suavemente.

—Me estás invitando en una cita, ¿o me equivoco?

Él se digna a mirarme otra vez, pero no lo hace fastidiado como de costumbre, tampoco está nervioso, es más bien una mirada linda, una que me derrite por dentro.

—Bueno… sí —responde llevándose una mano detrás de la cabeza.

Me río y me doy la vuelta, pero antes de irme, vuelvo a mirarlo a los ojos con una enorme sonrisa.

—Entonces prepárate porque nuestra cita será la más problemática del mundo.

Seguido de mis palabras, me alejo y lo dejo a solas. Logro oír su típica muletilla :«qué problemático» y sonrío para mí misma con más intensidad a la vez que el calor de mi cara me da a entender que tengo las mejillas sonrojadas.

Emprendo camino solitaria de vuelta a Suna Gakure, perdida en el bosque así como en mis pensamientos.

¿Qué acababa de pasar?

—¡KYAAA! —grito en provecho de la ausencia de gente a mi alrededor, dando saltitos de felicidad.

¡Shikamaru me había pedido una cita! ¡A mí! Bueno, más bien, yo lo hice, ¿pero a quién le importa? ¡Tenemos una cita oficial programada! Y lo más importante: será NO profesional!

Me llevo las manos a las mejillas sonriendo como una niña pequeña. Eso no es típico de mí, ¡pero no puedo evitarlo! Estoy enloquecida por ese hombre por más de que me cueste admitirlo y ya era hora de que él hiciera un intento por acercarse románticamente a mí luego de pasar tanto tiempo juntos.