La idea del amor - Sunki (Sunoo y Ni-ki)

Capítulo 4

Llegué a casa después de un día de muchos sucesos, antes de que algo más me interrumpa, le escribí a Heeseung para que nos encontremos en la plaza del centro y que me cuente cuál es la razón por la que está triste, aunque de alguna forma ya me hago una idea.

Se que le va a costar hablar de aquello pero somos muy buenos amigos y se que confía plenamente en mí, como yo en él.

Sin embargo, después de dos horas la respuesta no llegó. Decido llamarlo pero tampoco contesta. Opté por esperar, no quiero invadirlo o interrumpirlo si está haciendo algo.

Me acosté en mi cama y prendí la televisión para poner Youtube y escuchar algo de música. Segundos después, en mi celular empieza a vibrar una parte de la melodía de Polaroid Love, lo que me indica que tengo un mensaje.

No es de la persona que esperaba, pero viene de Sunghoon por lo que hago click inmediatamente mientras mi corazón late más rápido.

Hoonie <3
💬 Sun Sun!
💬 Me gustaría que nos veamos hoy en tu casa si no es problema.
💬 Tengo que decirte algo.

¡OK! Voy a morir de la ansiedad, ¡¿está pasando lo que creo que está pasando?!

Yo
💬 Sisi, hoy puedo Hoonie.
💬 Si queres venir en media hora, estoy solo en casa así que va a ser más fácil.

Dios, esto último sonó como otro tipo de invitación.

💬 Para hablar más tranquilos.

Agregó por las dudas.

💬 Buenísimo Sunsun, en 30 minutos estoy ahí.
💬 Bah, sabes que no soy muy puntual.
💬 Te diría en 40 minutos.
💬 Pero tampoco creo.
💬 Te aviso cuando esté afuera.

De todas las veces que nos juntamos, nunca llegó a la hora que programábamos. No hacia falta que me lo diga, cuando le escribí que venga en media hora, yo ya daba por hecho que lo iba a tener que esperar por más de 30 minutos, con él siempre es la misma situación. Y aunque yo sea sumamente puntual, mi enamoramiento no me permite enojarme con él. A veces detesto eso, caer rendidamente por alguien a tal punto de aceptar todo del otro.

Mientras esperaba su llegada, cociné unas masitas dulces que se hacen en tan solo 25 minutos, lo que me dio tiempo a sacarlas del horno y esperar a que se enfríen. También calenté un poco de agua en la pava eléctrica, la pasé al termo y tomé de la alacena la caja de té.

Acomodé todo arriba de la mesa ratona del living y me senté en el sillón, justo al momento en que empezaba a sonar Rainbow de NCT Dream.

Literalmente es mi canción favorita, la puedo escuchar 24 veces en un día y no me canso. La letra es maravillosa y la melodía me relaja a tal punto de desconectarme con todo a mi alrededor.

Unos minutos después, escuché el timbre de la entrada y me dirigí hasta la puerta principal.

—¡Hola impuntual! —le digo sonriendo a Hoon mientras le índico con mi brazo que puede pasar.

—Bueno, perdón, pero ya sabes cómo soy. Siempre calculo mal los tiempos. Te juro que tenía todo pensado, dormir un poco la siesta, levantarme, cambiarme y venir para acá, pero lo que me iba a llevar una hora y media, me llevo tres. —Su frustración está como protagonista en aquella explicación y eso me derrite el corazón. El hecho de preocuparse por llegar a tiempo para estar conmigo me hace morir de ternura. .

—Lo sé, no te preocupes. Sabes que a vos te puedo perdonar todo. No hay forma de que me hagas enojar —le contesté suavemente para que se tranquilice. Seguido de eso, nos  sentamos en el sillón y le serví una taza de té.