Una vida sin mi Amado

La respuesta que no recibí

El doctor dijo que iba bien hasta ahora.

Supongo que ya debería ser motivo para alegrarme un poco, los desmayos eran menos constantes.

Mi mamá aún así se lamentaba un poco de no haberme traído a la fuerza antes, pudimos haber evitado mucho de haber venido. Pero que podía decir, el destino me trajo hasta ahora aquí.

Ha pasado ya una semana desde lo de Cris y me e pensado mucho si llamarle sería correcto; no quiero parecer una desesperada, aunque claro, sabía que de no hacerlo no volvería a saber nada de él, así que debería pensar un poco mejor ese punto.

Tomé aire y agarre la fuerza para llamarle, pero nunca recibí respuesta, llamé al menos dos veces cada día por una semana seguida pero no recibí nunca una respuesta.

Mientras tanto intentaba seguir mi vida normal, y culparme por haberme dado ilusiones con un desconocido, después de nunca haberme dado el tiempo para esas cosas supongo que era demasiado obvio que no iba a resultar en las condiciones en las que me encontraba, pero supongo que simplemente no era el momento, no era el lugar y al parecer tampoco era la persona. Me la pasaba bastante sola en el hospital ya que las visitas eran por poco tiempo y una vez al día, pero al final de cuentas el ser humano nació para adaptarse a las circunstancias que era lo que me tocaba hacer en esos momentos.

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Cris

-Por favor encárgate de que las tiendas sean lo suficientemente resistentes para que podamos pasar la noche- La verdad es que no entiendo cómo termine en este lugar. ¿Un campamento? Es enserio, bueno, mi madre insistió mucho luego de que pasara una semana esperando una llamada de una extraña, dijo que viniera a distraer mi mente pero, menudo aburrimiento es el que paso aquí.

Además no está permitido traer móvil, lo único que hay son bichos raros, hojas, fuego, y a parte debo estar a cargo de las tiendas de los demás.

Agh, menuda perdida de tiempo.

Me preguntó cómo estará la chica del hospital, ya habrá salido? Bueno no pasa nada, ni siquiera debe recordarme, y aseguro que mañana que vuelva a la casa dejaré a un lado ese tema, el caso es que con tanto aburrimiento uno ya no sabe que tener en la cabeza.

Pero ojalá y estés bien...Ana.