III. La misión del comandante (Pt. 1)

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Shura descansaba en la tranquila oscuridad de su cuarto, la temperatura en el reino era fresca y a él le gustaba sentir ese ligero frío contra si piel pálida en la que había unas cuantas cicatrices por los entrenamientos, las justas y los combates para proteger al reino.

Normalmente lidiaban contra pequeños grupos, Athania era firme con su postura de mantenerse aislada a las situaciones foráneas y no era conflictiva con otros reinos, sin embargo, desde el inicio del reinado de Sísifo había otro reino, el reino de Lidia, que tenía el objetivo desde hace décadas y ese era recuperar las tierras que formaban parte del antiguo reino de Jonia, las cuales Athania se adjudicó por derecho al ganar la guerra en la que este y Tesalia pretendían someterlos. Sísifo envió a sus criaturas mágicas para eliminar al ejercito que intentaba hacerse de la antigua Jonia, y Shura, junto con otros caballeros, había sido enviados al combate que se desarrolló en la frontera Norte de Athania, donde los caballeros de Lidia tenían el objetivo de matar al poderoso rey mago. A pesar de la magia de Sísifo respaldándolos no se pudieron evitar bajas y en su caso, varias heridas que casi le cuestan la vida.

Fue a partir de ese encuentro tan cercano con la muerte que decidió dejar de lado sus miedos para por fin corresponder a los sentimientos del príncipe mayor que lo había estado pretendiendo desde hacía un tiempo atrás y desde entonces, aunque fuera en las sombras, nunca perdían la oportunidad de adorarse con pasión desenfrenada.

Shura adoraba sentir su cuerpo, sofocándolo bajo su peso con su calor, la forma en la que sus labios recorrían su piel, sus dientes marcaban su piel y su lengua jugaba con sus puntos más sensibles.

En medio de la noche, mientras su inconsciente se entretenía en sus sueños pecaminosos, un ruido sutil interrumpió su sueño ligero. Una sonrisa se dibujó en su rostro al imaginar quien era, había llegado justo a tiempo cuando su cuerpo acalorado por sus deseos más lo necesitaba. Encendió un candil para encontrarse con él, pero en cuanto puso un pie en la humilde sala de su hogar e iluminó el rostro que ahí le esperaba, lo dejó caer para cubrir su zona íntima con sus manos libres.

—Buenas noches, caballero.

—Su majestad... —Shura tragó duro ante su presencia, se moría de la pena por encontrarse así, frente a él, su rey, quien era el padre de su amante clandestino. Quería que la tierra se lo tragara o correr para ir por ropa, pero al tratarse del rey tenía que mantener toda la compostura sin importar la situación, lo enfrentaría con su cara más seria e inmutable. —¿Hay algún problema?

—No... —Sísifo giró su rostro para darle cierta privacidad a ese caballero a pesar de encontrarse nuevamente entre las sombras de la noche. —Pero hay algo en lo que tú puedes servirme, aunque me parece que este es un momento inoportuno. ¿Tienes compañía ahí atrás? ¿O estabas esperando por alguien?

Ahora si que quería que la tierra se lo tragara. —No... —Shura negó apresurado, el rostro le ardía de la pena de solo pensar que su rey pudo haberlo escuchado gemir entre sus sueños subidos de tono y se moría de los nervios si Sísifo llegara a sospechar que a quien quería recibir con la desnudez de su cuerpo era al mayor de sus hijos. —Siempre estoy disponible para usted.

—¡Perfecto! —Sísifo sonrió complacido entre las sombras. —Alista rápidamente a tu caballo.

—Si... —Respondió con firmeza, aunque después guardo silencio, los dedos de sus pies se movieron ansiosos. —Pero primero... ¿Me permite vestirme?

—Claro... —El rubio tomó asiento en el austero sillón de la casa del caballero. —A menos que te guste salir cabalgando desnudo en medio de la noche. —Sonrió a pesar de no recibir respuesta alguna en el caballero más que su incómodo silencio. —No pierdas tiempo con tu armadura... No la necesitarás.

El poder de las líneas carmesí / AiorosXShuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora