ʟᴇóɴ ʏ sᴇʀᴘɪᴇɴᴛᴇ | ᴴᵉᵈʳⁱᶜ

⊰02⊱

𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫

—Pon lo recto, piensa bien el hechizo, dilo sin miedo y lanza —Neville hizo caso a lo que le dije y, lo dijo tal y como dije.

—Expelliarmus —la varita de Blaise salió expulsada de su mano.

—Bien hecho, Nev. Cada vez mejoras más y más, para las últimas clases, ya tendrás todo los encantamientos aprendidos.

—Todos es gracias a que tenemos al mejor profesor, Harry.

Me sentí halagado por su comentario. Le di dos palmadas en su hombro y me alejé para ir directo a otro alumno. Mire a Luna que estaba concentrada en los maniquís que habíamos utilizado para poder entrenar de vez en cuando sin necesidad de tener que ser uno contra uno y así cada uno se concentrará.

—Te entretienes mucho —dije en su oído. Ella me sonrió y bajo la varita—. Deberías seguir apuntándole, capaz y te lanza.

—Me gusta pensar que el maniquí es una persona, alguien que quisiera atacar así poder soltar todo lo que tengo dentro de mí.

—Creo que soy una mala influencia para ti.

—No, Harry, eres la mejor influencia que alguien podría tener —me alegre al oír eso, lo escucha a menudo, pero escucharlo una vez al día no me vendría mal—. Ginny es la mala influencia, la semana pasada me hizo subirme a la escoba y me forzó a jugar con ella quidditch. No sé qué le dan de comer, pero es demasiado fuerte.

—Recuérdame nunca jugar luchaditas con ella. Es capaz de sacarme volando.

—Ya lo creo. A mí me saco una vez volando.

La mire apenado, Ginny era demasiado fuerte.

Escuche como otro compañero pedía mi ayuda, así que me aleje de ella.

—Un Slytherin necesitando de la ayuda de un Gryffindor. Si las personas vieran esto se pondría como locos, algo nunca visto —dijo entre risas Cedric. Yo nomas lo miraba anonado, su cabello estaba suelto, dejando ver lo largo que estaba, tenía ciertos mechones de color azul—. Ya sé que soy guapo, no necesitas mirarme tanto —su voz me regreso, su comentario sarcástico me había hecho sentir vergüenza.

—Sí bueno, no te sientas tan importante. Hay chicos más guapos por ahí —mencione con una sonrisa arrogante.

—Sí, hay uno frente a mí —sonrió. Era una sonrisa donde dejaba ver sus dientes, que, por cierto, son tan perfectos, nada comparados con los míos.

Mire para otro lado, intentado disimular mi posible sonrojo.

—¿Qué es lo que necesitas? —pregunté evitando cualquier mirada encantadora que me estuviera dando.

—Quisiera saber si te gustaría ir a comer después de esto con nosotros. Sentarte en la mesa Slytherin —lo miré, su mirada era sincera—. Eres nuestro maestro y lo has hecho muy bien, mejor que otros maestros que ya hemos tenido. Quisiéramos todos nosotros darte las gracias de una buena manera y mantener una amistad contigo.

—Estaría bien. Podría pasar tiempo con ustedes, igual Hermione estará con Ginny, y Ron- —recordé la escena de aquella noche, donde Ron se había escapado para ir a ver a alguien. No sabía quién era, y no quería saber—. No creo que igual se molesten, de seguro estarán ocupados ellos. Me encantaría comer con ustedes.

—Entonces, ¿es una cita?

—¿Qué? —pregunté confundido, no había alcanzado a escuchar aquel pequeño comentario que habia dicho el castaño.

Todos se empezaron a retirar, y con ellos él también, solo lanzó un 'adiós, Harry' antes de salir por la puerta y dejarme aún más confundido de lo que ya estaba.