ʟᴇóɴ ʏ sᴇʀᴘɪᴇɴᴛᴇ | ᴴᵉᵈʳⁱᶜ

⊰06⊱

𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫

Tener la mirada de Cedric se había vuelto algo habitual. Aunque era más gracioso saber que siempre la había tenido puesta en mí.

Eso me entere dos meses después por una Pansy chistosita.

Aunque habían pasado ya dos meses desde «mi declaración de amor», aún pasaba por mi mente ese momento. Aun recordaba como mis manos sudaban a pesar de que hacía frío en ese momento.

Cada momento de ese día pasa aún por mente.

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—¿Es en serio que me estás diciendo esto? —preguntó Cedric con una cara de confusión y sorpresa.

Las ganas de besarlo aún seguían presentes, y más con esa cara con la que lo miraba. Se miraba tan lindo.

—Sabes, no pasa nada si no respondes aún; entenderé que para ti todo esto sea necesario procesar. Solo creí que debía sacar todo esto. Igual entenderé también si aún no estas listo para iniciar una relación formal. Puedo esperar.

Creí que era momento de irnos, aunque no quería, los postres aún seguían intactos; pero una parte de mi sentía que era mejor darle espacio. Más la pregunta repentina de Cedric, hizo que me quedara congelado:

—¿En serio lo hiciste? —lo miré con una confusión enorme.

¿Ganarle? —mi cabeza cayó sobre mi hombro ante tal pregunta.

—Yo te lo iba a pedir, tenía ya todo planeado —comenzó a buscar algo en su bolsillo. De este saco una cajita, se acercó a mí y la abrió frente a mí—. Te compre esto, tardo en llegar, ya que fue Pansy quien lo compro, pero lo había olvidado; así que le pidió a su mamá que se lo mandara. Es por eso que no te lo había pedido aún.

Mi cara no mostraba más que una grande sorpresa. ¿Le había ganado?

Una risa escandalosa salió de mis labios. No podía creerlo.

—Es muy bonito, gracias Ced.

Tome el collar, tenía un ciervo de color azul. Un azul parecido al de cuando uno hace su patronus.

—¿Serias tan amable de ponérmelo?

Él asintió, me gire para hacerle más fácil el trabajo. La cadena tocó con mi cuello, luego los dedos de Cedric chocando.

Me sentía tan feliz de tal detalle. No podía creer que al fin estuviera pasando esto, no sabía ni que decir.

—Listo.

Me gire para regalarle una sonrisa, pero fue borrada por unos repentinos labios que estaban chocando ahora con los míos.

Sus labios dieron un movimiento, sabía lo que quería, así que lo seguí. No era nuestro primer beso, pero él actuaba como si lo fuera. Me besaba con una delicadeza que hacía que me volviera loco.

Se separo, pero no tanto; ya que aún sentía su aliento pegando con mis labios.
Tenía mis ojos cerrados, el tacto aún seguía presente, si los abría, probablemente lo olvidaría.

—Eres demasiado lindo.

Solté una pequeña risa por el comentario, no sabía si regresarle el cumplido o esconder mi rostro en mis manos.

—Merlín, no digas eso.

—¿Por qué? Es la verdad, no sabes lo feliz que estoy de que me correspondas. Tenía un miedo que...